El grooming, o en castellano, «preparación», es un término que se utiliza para describir un tipo de abuso sexual. Hace referencia a un proceso en el que un adulto se aprovecha de la inocencia o vulnerabilidad de un menor con el fin de obtener información o material sensible del menor. Puede persuadirlo o manipularlo para que realice actividades ilegales o inapropiadas. Esta práctica es una forma de abuso y puede ser muy dañina para el niño, tanto a nivel psicológico como físico. El adulto manipula al niño o al adolescente para prepararlo y persuadirlo para que tenga relaciones sexuales.

La psicología forense es una disciplina que se utiliza para analizar y evaluar la conducta humana en relación con el derecho y la justicia. Los psicólogos forenses trabajan en casos de grooming, realizando evaluaciones psicológicas y peritajes en casos judiciales relacionados con el abuso infantil. Un psicólogo clínico ayuda a los menores que han sido víctimas de grooming a procesar y superar el trauma, además de darles herramientas terapéuticas para ayudarles en la recuperación y a seguir adelante.

En la psicología pericial, los profesionales utilizan una variedad de técnicas y herramientas para evaluar a las víctimas y a los perpetradores de grooming. Esto puede incluir entrevistas y evaluaciones psicológicas, así como el uso de pruebas psicométricas y otras herramientas para medir la personalidad, la cognición y otros aspectos de la conducta humana. Los psicólogos forenses también pueden examinar la evidencia y los datos. A menudo las conversaciones por whatsapp o correos electrónicos ayudan a certificar la manipulación a la que han sido sometidos.

 

Informe psicológico pericial

Los informes periciales en general se utilizan en una amplia variedad de contextos, como en procesos judiciales para evaluar la evidencia presentada en un caso. El propósito de un informe pericial es proporcionar información técnica o científica sobre un tema determinado a personas que pueden no tener conocimientos especializados sobre el mismo.

 

Nuestro informe sobre grooming incluyen:

Una ratificación de un psicólogo forense sobre grooming debería ser un informe escrito detallado que incluya los siguientes aspectos:

  1. Contexto: La ratificación debería incluir una descripción detallada de la situación en la que se sospecha de grooming y una descripción de los individuos involucrados, incluyendo su edad y relación.
  2. Evaluación: El psicólogo forense debería evaluar las pruebas disponibles, incluyendo conversaciones en línea, registros de mensajes y cualquier otra información relevante. Debería buscar patrones de comportamiento que sugieran grooming y evaluar la relación entre el adulto y el niño o adolescente.
  3. Conclusión: El psicólogo forense debería presentar su conclusión clara y fundamentada sobre si se está dando un caso de grooming. Si se concluye que hay grooming, debería incluir una explicación de por qué se llegó a esa conclusión.
  4. Recomendaciones: Si se concluye que hay grooming, el psicólogo forense debería proporcionar recomendaciones sobre cómo proteger a la víctima y abordar el problema de manera efectiva.
  5. Información adicional: Si es necesario, el psicólogo forense debería incluir información adicional relevante, como la evaluación de la personalidad y el comportamiento del adulto sospechoso de grooming.

 

Es importante que una ratificación de un psicólogo forense sobre grooming sea objetiva, rigurosa y basada en la evidencia. Debería ser presentada de manera clara y accesible, para que los jueces y otros profesionales puedan entender y utilizar la información de manera efectiva en el caso en cuestión.

 

Conductas relacionadas con el grooming

Puede incluir acciones como proporcionar regalos o atención especial al niño, manipular a los padres o a otros adultos de confianza del niño para que le permitan pasar tiempo solo con él, o enseñarle contenido sexual inapropiado. Es una forma de preparar al niño para abusar sexualmente de él o para que participe en actividades sexuales con otros adultos. Es importante tener en cuenta que el grooming no siempre incluye el contacto físico, sino que a menudo se lleva a cabo a través de medios digitales como mensajes de texto, correos electrónicos o redes sociales.

 

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¿Qué hay que analizar en un caso de Grooming?

En un caso de grooming, es importante analizar la conducta del adulto que está llevando a cabo el grooming, así como la respuesta del niño o adolescente. Algunas de las cosas que podrían analizarse incluyen:

  1. El modo en que el adulto trata al niño o adolescente: ¿está proporcionando atención especial o regalos? ¿Está manipulando a los padres o a otros adultos de confianza del niño para que le permitan pasar tiempo solo con él?
  2. La respuesta del niño o adolescente: ¿Está mostrando signos de afecto o atracción hacia el adulto? ¿Está participando en actividades o compartiendo información personal con el adulto?
  3. Las comunicaciones entre el adulto y el niño o adolescente: ¿Están compartiendo contenido sexual inapropiado o están hablando de actividades sexuales? ¿Están utilizando lenguaje inapropiado o inapropiado para su edad?
  4. Historia del adulto: ¿Tiene antecedentes de conducta sexual inapropiada con niños o adolescentes? ¿Ha sido condenado anteriormente por cargos relacionados con el abuso sexual de menores?

 

Es importante tomar medidas para detener el grooming y proteger al niño o adolescente de futuros abusos.

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