Causas del miedo a atragantarse

Hagamos un repaso a las causas psicológicas que generan el espasmo de la glotis. Vamos a analizar previamente las bases neurológicas y después apuntaremos hacia las principales fuentes de bloqueo asociadas a nuestro pensamiento y a nuestras emociones.

 

Factores neurológicos implicados en el miedo a atragantarse

En función del grado de conciencia que necesita una habilidad motora concreta, se ejecuta por medio del cerebro o del cerebelo. El primero es el necesario para procesos como relacionar conceptos, interpretar datos, analizar ideas, identificar cómo ha de hacerse un movimiento, y dar la base para poder comenzar a practicarlo. El cerebelo se encarga de integrar y coordinar la respuesta de varios grupos musculares. No es necesario pensar lo que se quiere hacer, el cerebelo se encarga. El miedo al atragantamiento y el espasmo de la glotis se producen cuando una vez se ha obtenido el control al cerebelo, la persona quiere volver a hacer consciente cada parte implicada en el acto de tragar. En ese momento comienza el problema … uno se vuelve torpe como si no hubiera tragado nunca antes. Cuanto más control se desea tener más complicado es relajarse y más intensas son las sensaciones en la zona de la garganta. Es más fácil carraspear para suavizar las sensaciones, y por tanto más sensaciones incómodas se tienen.

 

Cerebelo Vs cerebro

El psicólogo Bob Rotella plantea algunos ejemplos interesantes cuando habla de lo que pasa cuando el cerebro usa sus funciones al cerebro:
Si planteamos una tarea de habilidad como sería el caso de caminar sobre una lista apoyada en el suelo (15 metros de largo, por 15 centímetros de ancho), es muy posible que hagamos del tirón. Abriremos los brazos buscando el equilibrio y coordinaríamos nuestro cuerpo sin darnos muchas instrucciones para que superemos la prueba. Otra cosa sería si ese mismo listón estaría suspendido en el aire a unos cinco metros de altura. En este caso, la percepción del peligro lleva a nuestro cerebro a querer tomar el control. El problema es que como ya contagió el cerebro es mucho peor en estas tareas que el cerebelo, el resultado es que el movimiento se vuelve mucho más lento, quizás más seguro pero claramente menos fluido y bien coordinado como podría ser el caso del primer supuesto.

 

 

En el caso del miedo a atragantarse y el espasmo de la glotis, a mi me gusta el ejemplo de botar una pelota a la vez que se camina. Si se hace de forma automática tendemos a coordinar con bastante facilidad la mano, el paso, la fuerza con la que botamos … No ocurre lo mismo si todo lo que hacemos lo que queremos pensar y ser lo que son de cada movimiento … Lo normal es que acabemos botando mal la pelota y se nos escapa.

 

Aspectos psicológicos del miedo a atragantarse

Podemos decir que las dificultades para tragar aumentan cuanto más nos obligamos a no mar un problema el poder tragar. Es la propia persona la que al ser consciente de la dificultad para pasar los alimentos más se presionapara hacerlo. Obligado a no pensar hace que sea muy complicado no tener esa idea en la mente, y por tanto lo normal es que interfiera en el momento de tragar. No permite que sea un acto fluido y potencia el agarrotamiento. Cuando hablé en otro artículo de qué es una idea obsesiva , describa con más detalles este tipo de pensamientos. Le recomiendo que pinche en el enlace y profundice sobre esto.

 

El atragantamiento es una profecía autocumplida

 

Una persona con miedo a tragar esta centrada en lo que no quiere hacer , y no en lo que sí . Ve la dificultad y se dice que no ha de tenerla. No se da instrucciones para conseguirlo, posiblemente se queda perpleja viendo la dificultad para conseguirlo

 

 

 

Decirse «no pienses» lo complica todo

Cuando alguien nos dice: “Te pasa algo, estás mal”, sin que en realidad estemos sintiendo ningún macho, puede incomodar. Si respondemos «no me pasa nada, estoy bien», el otro insiste: «lo ves, te estás enfadando …» Poco importa que el enfado sea por la insistencia del otro, la realidad es que al considerar el macho, el otro puede interpretar que venía de antes. Para uno mismo es irritante, es como si te obligarán a creerte algo que no sientes. Con la idea de no querer pensar en la garganta mientras se está comiendo, ocurre algo parecido, solo en esta ocasión, no es otro sino uno mismo que puede potenciar el problema.

El miedo a tragar se alimenta de pensamientos anticipatorios relacionados con maletas pasados, con recuerdos de vergüenza al haber llamado la atención, unidos a rabia con uno mismo por no poder controlarlo. Visualizarse en una situación de atragantamiento hace que todo se complique más. La persona se percata de que puede ser juzgada como alguien débil mentalmente, o simplemente como alguien que llama la atención por algo incómodo.

 

Aparición del bloqueo al tragar

Normalmente la aparición del bloqueo es consecuencia de un episodio inesperado en el que la persona no pudo tragar con normalidad o en donde se atragantó y posteriormente perdió la conciencia del peligro asociado a ese episodio. En ocasiones su aparición es progresiva. Comienza con incomodidades menores que se van generalizando a muchas otras situaciones de la vida.

 

Tipos de bloqueo al tragar

Los más frecuentes son los espasmos de la glotis al comer alimentos «granulosos» o «tendinosos» con presencia de algún observador, normalmente con el que no se siente confianza o cercanía personal. Suele ser cuando más se quiere pasar inadvertido ante la posibilidad de atragantarse cuando más agobio se produce.

Casi siempre las mañanas son mejores que las tardes . A medida que van pasando las horas la persona suele tener más problemas para tragar. Este patrón se puede producir a lo largo de una comida. Se empieza a comer mejor de lo que se acaba.

 

 

 

Causas y consecuencias del atragantamiento

Tanto los factores previos a la aparición del espasmo de la glotis como las consecuencias que producen, precipitan el problema que se mantienen en el tiempo. Rara vez una sola causa es la que produce este problema, casi siempre es la suma de varios de los factores siguientes:

Las causas principales para la aparición del espasmo de la glotis son:

  1. Experiencia traumática de atragantamiento : haber vivido una experiencia en la que la persona tiene sentido estar cerca de ahogarse en donde ha pasado mucha vergüenza al haber sido el blanco de todas las miradas, puede ser el precipitante adecuado para este problema se desate. A veces haberlo visto en otra persona es suficiente para que uno mismo esté sensibilizado ante esta posibilidad.
  2. Experiencia de atragantamiento menor . Una experiencia que haga a la persona vulnerable ante la posibilidad de atragantarse puede ser como una semilla que está esperando un germinar con las condiciones adecuadas.
  3. Heridas, catarros y sensaciones en la garganta … : las formas de tragar que evitan el dolor, o que impidan el tragar de forma natural, pueden potenciar y precipitar sensaciones negativas y el espasmo de la glotis
  4. Niveles de ansiedad muy altos durante bastante tiempo. En estos casos, la tensión muscular de la garganta y la sensación de alerta en general suele estar disparada en muchas personas. Potencia la posibilidad del espasmo de la glotis
  5. Sugestionabilidad y predisposición a la náusea como consecuencia de olores intensos o sabores fuertes. Las personas con esta tendencia experimentan respuestas físicas y espasmos en la glotis de forma natural, lo que les predispone a desarrollar este problema.
  6. Características de personalidad. autoexigencia y necesitada de control. Estas características facilitan el querer controlar sensaciones y posibles causas de un atragantamiento. Focalizan con facilidad su atención en la garganta y potencian más aún la posibilidad del espasmo de la glotis

Las consecuencias principales de haber experimentado un episodio de atragantamiento, y que tuvieron el problema son:

  1. Contexto: volver a estar en un entorno en el que se ha producido un espasmo y por tanto la persona siente que pudo haber ahogado, haber llamado la atención en exceso de otras personas … Es fácil evitar esos entornos, y alejarse de esas sensaciones que producir con la meta de que con el tiempo el problema desaparezca.
  2. Autochequeo: El deseo intenso de las sensaciones no aparezcan, unido al autochequeo constante para las sensaciones no vuelvan a aparecer. Este chequeo hace que el problema se intensifique.
  3. Anticipación, vergüenza, o rabia: La percepción de estar siendo alguien débil, o incapaz de controlar las sensaciones agravan el malestar.
  4. Exceso de control de cada etapa del masticado e ingestión de un alimento. Se eliminan todas las distracciones posibles para que el cerebro no tenga distracciones durante la ingestión de alimentos.
  5. Conductas de evitación de las sensaciones. Escupir el alimento al notar sensaciones desagradables, beber siempre líquido junto con los nutrientes para favorecer el tragado.

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