Estar en un restaurante es algo que en principio debería ser agradable. Estar sentado con conocidos, amigos, familiares… puede ser algo entretenido, sin embargo en ocasiones se vuelve muy complicado. Dependiendo de lo importante que sea para ti no estar mal ante las personas con las que estás y de lo impaciente que te muestres porque acabe lo antes posible la comida o cena, será mayor o menor la ansiedad.
Lo normal es que al estar en un sitio en el que te preocupa que aparezcan sensaciones emocionales y físicas (nerviosismo, o miedo a descontrolarte, taquicardia…), realmente lo hagan. Es importante que te centres en dónde estás. Te pueden pasar por la cabeza pensamientos sobre si tienes sensaciones o en si irán a más o no. Es el momento de describir lo que tienes alrededor: la habitación, las personas que tienes alrededor… (…) Lo que hay no es tan grave como lo que temes que pase. No te centres en no pensar, puedes pensar en lo que te asusta, pero no le des demasiado espacio. Focalízate en lo que hay ahora. Controla tu impaciencia, cuanto más pendiente estés de si los camareros van lentos o no, del tiempo que falta para el postre, o si la gente se tomará café o pagaréis ya, más ansiedad tendrás. No te permitas acelerar el ritmo normal. Es importante que te comprometas con lo que sientes, no con alejarte para aliviarte. Respira con calma e intenta no hacer nada especial para calmarte ya llegará. De hecho es posible que no estés cómodo del todo durante bastante tiempo, no te olvides de que tu fin principal ahora es aprender a superar tus bloqueos, no estar ya bien. Sé paciente, poco a poco lo conseguirás y te relajarás. Es muy importante que te des cuenta de que gran parte de tu malestar puede provenir de tu deseo de que acabe finalice ya. Tienes que aprender a separar lo que temes de lo que en realidad está ocurriendo. Voy a seguir aconsejándote, pero dejemos pasar un tiempo sin hablar o distraerte. Simplemente dejemos pasar el tiempo (…) Muy bien (…) ¿Cómo te sientes? (…) (Bis)
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