Al estar en paro es frecuente que aumente el tiempo de convivencia con otras personas de la familia. Esto tiene su parte agradable, pero también es fuente de problemas relacionados con la negociación de necesidades de cada uno. Además el estado de incertidumbre potencia la ansiedad y aumenta la frecuencia de los conflictos y las expresiones rabia y enfado.
Ten en cuenta los siguientes conceptos. Luego te propondré unas tareas para que sean más útiles en la situación en la que estás.
Conclusión
La ira, la rabia y enfado no son ni buenos ni malos, normalmente lo bueno o malo surge de cómo gestionamos estas emociones. La rabia nos puede animar a pelear por un objetivo, o nos puede hacer sentir permanentemente enfadados, incluso cuando no hay nada que lo justifique.
Tarea
Expresa tus necesidades a tiempo, no esperes a estar muy cargado para hacerlo.
Si existen conflictos, normalmente es porque hay formas distintas de ver una situación y no se saben gestionar las diferencias. Ten cuidado porque a ti parezca algo muy justo, no siempre se lo parecerá a la otra persona. Imponer tu verdad tenderá a ser una fuente de conflictos muy grande y dificultará el diálogo y la convivencia.
Si quieres defender una necesidad, explícala, pero si no es posible conseguir que otro la acepte, valora no excederte dando explicaciones para que los demás sí o sí lo acaben entendiendo. Esto a menudo genera desesperación y explosiones de rabia.