La falta de información que nos haga ver hacia dónde van las cosas, potencia mucho el malestar. Los ritmos de una empresa y de un candidato a un trabajo son muy diferentes. Normalmente la empresa es lenta a la hora de tomar decisiones de contratación, sin embargo el candidato suele tener más necesidad de saber cómo se le valora, si tiene alguna posibilidad de trabajar allí… Si este fuera tu escenario, para afrontar la falta de respuesta a las candidaturas a las que te presentes, te propongo que tengas en cuenta los siguientes conceptos:
Tarea
Coge papel y boli, y haz por escrito predicciones sobre:
- ¿Cuánto tiempo tardarán en responder a los primeros curriculums?
- ¿Cuánto tiempo tardarás en realizar entrevistas?
- ¿Cuánto tiempo tardarás en recibir la primera oferta?
- ¿Cuánto tiempo tardarás en encontrar otro trabajo?
- ¿Te agobiarás en algún momento antes de conseguir un trabajo? Describe las sensaciones que crees que tendrás
Cuando lo tengas escrito, hazle una foto con tu Smartphone y guárdala para comparar más adelante lo que ha ocurrido y lo que habías predicho.
Conclusión
Ya que no siempre tienes certezas sobre lo que va a ocurrir, es importante que hagas predicciones realistas. No siempre encontrarás soluciones, ya que no siempre las hay, pero estarás mejor preparado para afrontar lo que está por venir.
Cuidado con focalizar la atención en las cosas malas que han pasado. Es fácil, si uno se siente mal, centrarse en buscar pruebas que te den derecho a sentirte así: “ves… es que me pasa de todo. Me despiden, y ahora me dicen que la analítica que me han hecho sale alterada…” Puedes potenciar sin quererlo la sensación de vulnerabilidad e indefensión.
Cuidado, a veces cuando nos sentimos vulnerables es fácil sentir que no seremos capaces de afrontar o resolver los retos que tenemos pendientes. Si además se nos juntan dificultades extra inesperadas, podemos sentirnos más impotentes e incapaces de resolverlas.