Concepto 20: El insonmio

Escucha un audioEl insomnio es quizás el trastorno del sueño más conocido y probablemente el más frecuente. Podemos definirlo como: dificultad seria para conciliar el sueño, despertar frecuente a lo largo de la noche y despertar precoz. Una persona que sufre insomnio tiene una continua sensación de no haber descansado.

El insomnio tiene diferentes causas. En ocasiones algunos fármacos tienen como efecto secundario dificultades para dormir. En otras ocasiones el origen está en lo que llamamos una mala higiene del sueño, es decir hábitos que dificultan el dormir bien. Éstos pueden ser: no tener horarios regulares a la hora de despertarse o irse a dormir, hacer siestas largar, comer alimentos pesados o tomar bebidas estimulantes antes de acostarse, hacer actividades que nos activen mucho poco tiempo antes de ir a dormir…

Pero quizás, una de las causas más habituales del insomnio por paradójico que lo parezca es el miedo a no dormir. Si nos acostamos pensando que no vamos a poder dormir o que tenemos que dormir bien porque al día siguiente tenemos una reunión importante o un día agotador, estamos sin darnos cuenta activando nuestro sistema nervioso. Esa preocupación nos activa y es la propia activación la que nos impide dormir. Si lo pensamos es bastante lógico. Cuando estamos ante una situación peligrosa debemos estar despiertos para poder enfrentarnos a ella y defendernos. Nuestro cerebro identifica el peligro pero no es capaz de diferenciar los tipos de peligro. Por eso, nos activamos igual preocupándonos por no poder dormir, que por estar ante un peligro real que requiera que tengamos que salir huyendo.

 

 

Este miedo a no dormir hace además que en cuanto nos estemos durmiendo nos despertemos en ocasiones como “chequeando” si estamos o no dormidos.

Al final, es un círculo vicioso: tengo miedo a no dormir, me activo, no me duerno y cada vez tengo más miedo y más preocupación porque pasan las horas y no duermo.

Por esto es importante buscar diferentes soluciones. Tener unos hábitos saludables antes de acostarse pero tampoco ser muy exigente en la hora de hacerlo y cómo hacerlo. Si nos obsesionamos con que debemos estar dormidos a las diez de la noche es más probable que llegue esa hora y no podamos conciliar el sueño. Tenemos que aprender a aceptar que en ocasiones vamos a dormir mejor y que  en otras dormiremos peor. Es importante saber valorar de una forma objetiva la consecuencias reales de no poder dormir todo lo bien que espero.

 

 

Una manifestación común de este trastorno se produce en personas preocupadas por el número de horas que pueden dormir. Cuanto más tarde es, antes quieren dormirse, y en consecuencia, más nerviosas se ponen. Dificultan la relajación e imposibilitan la conciliación del sueño. A estas personas les daría mucho mejor resultado ver la televisión, leer un libro o realizar cualquier tarea que le distraiga de la angustiante tarea de quedarse dormido.

Otros trastornos del sueño son los terrores nocturnos y las pesadillas. Los terrores son episodios caracterizados por llanto brusco e inesperado del niño, que se acompaña de una expresión del miedo intenso en la cara y sudor frío. Normalmente el niño no recuerda haber soñado nada. Las pesadillas son sueños intensos y angustiosos. Son casi siempre largos y se van complicando cada vez más hasta que el individuo despierta. Su presencia en adultos esta relacionado con elevado estrés psicosocial.

 

 

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Tratamiento digital del ataque de pánico

Dispones de un BOTÓN DEL PÁNICO para hacer frente a una crisis de ansiedad.

Recibe ayuda gratuita para tratar las crisis de ansiedad y evitar que se produzcan

Inicia la herramienta