¿Tienes lo que construyes? hay quien dice que no, que a menudo no se corresponde lo que se tiene con lo que uno ha trabajado para obtener un resultado. La verdad es que es interpretable y es difícil certificar que solo nuestro esfuerzo produce beneficios, pero la verdad es que mi trabajo diario en consulta me hace pensar que normalmente tenemos lo que construimos, que por cierto no es lo mismo que decir «tienes lo que te mereces». Se puede merecer o no pero en función de las decisiones, de los miedos, de las parejas que elegimos, o del ocio que buscamos, entre otras muchas variables, construimos vidas que producen diferentes consecuencias.
He dedicado recientemente algunos artículos a hablar sobre la toma de decisiones, el manejo de los errores y las pautas en psicoterapia, me gustaría centrar hoy mi atención en analizar algo que se confunde y no nos ayuda a construir situaciones de bienestar: las diferencias que existen entre hacer renuncias y procrastinar. En este sitio web hemos hablado en más ocasiones sobre la procrastinación y aquí dejo un enlace para poder leer más en detalle en qué consiste. Del mismo modo hemos hablado de la utilidad de hacer renuncias en el momento adecuado, pero no hemos puesto todavía en relación renunciar y procrastinar.
Tienes lo que mereces, ¡¿O no?!
Definamos brevemente ambos términos. Procrastinar es posponer decisiones y tareas para otro momento sin haber decidido del todo hacerlo. Es una manera de alejarse de lo que genera malestar sin tener que comprometerse con esa decisión. Por otro lado hacer renuncias implica que en ocasiones hay que dejar de hacer, o dejar algo para otro momento, y puede ser con el fin de sentirse bien, o también como al procrastinar, para no afrontar algo.
En psicoterapia muy a menudo proponemos a nuestros pacientes ciertas renuncias que tienen como meta convivir con algunos malestares, normalmente cuando se lo proponemos lo hacemos para que por medio de experimentos sean capaces de sentirse menos agobiados o ansiosos. Hacer renuncias que sean útiles psicológicamente implica dejar de hacer cosas que uno desea con la finalidad de ser capaz de no agobiarse. No es renunciar a una necesidad, tipo te dejo esto y yo me quedo sin ello, son renuncias a ser bien valorado, a conseguir que el otro tenga una buena imagen de uno… Las primeras cuestan poco a las personas que desean llevarse bien con otras. Cometer errores.
Las renuncias que ayudan a sentirnos bien son las que no ayudan a afrontar nuestros temores, inseguridades y bloqueos
Renuncias
Posponer es la palabra más asociada a procrastinar pero también puede tener que ver con renunciar, o hacer renuncias. En ambos casos se trataría de poder dejar algo para otro momento, o quizás definitivamente. Aun así las renuncias que ayudan a sentirnos bien son las que no ayudan a afrontar nuestros temores, inseguridades y bloqueos. Por esta razón creo que es bueno que veamos que sólo posponer, no es el tipo de renuncia que favorece la toma de decisiones, el afrontar los conflictos, etc.
Renunciar implica estar dispuesto a afrontar lo que se pierde, cuando de procrastina no. Al hacer una renuncia debería ir acompañada del compromiso interior sobre lo que puede llegar ocurrir. Cuando procrastinamos es distinto, nos convencemos de que hay otra tareas que podemos hacer para no afrontar realmente que vamos a dejar para otro momento. Sobre este tema le recomiendo que lea el artículo sobre retos y obligaciones, en él se explican en detalle muchas de estas cuestiones.
Conclusiones
Por tanto no creo que se llegue a los malos resultados normalmente por casualidad, suele ser la consecuencia de las elecciones que previamente hemos tomado: abandonar ocio, amigos, centrarnos en el trabajo… Uno puede convencerse de que la pareja no está mal, de que es posible que más adelante cambie, pero si lo que hay de fondo es no querer afrontar el miedo a la soledad, lo normal es que las decisiones acaben haciendo que se esté con una pareja durante mucho tiempo, sintiendo que se tiene mala suerte porque no se es feliz. Este sería un buen ejemplo de tienes lo que construyes, y de la diferencia clave entre hacer renuncias y procrastinar.
Fernando Azor es director de azor & asociados.
Fernando lleva años explicando sin tecnicismos las ideas y conceptos que fundamentan la psicología actual. Hace que que la psicología sea fácil y accesible. Ofrece tareas, consejos y conocimientos de psicología que puede usarse para resolver problemas de la vida diaria. El propio Colegio oficial de psicólogos de Madrid, le otorgó un reconocimiento por su labor divulgativa de la psicología clínica en diferentes medios de comunicación. Puedes ver muchos videos divulgativos en el perfil de TikTok
Muy interesante y muy completo el artículo. Voy a tener muy en cuenta la información Gracias.
Gracias Gabriel!