Vamos a comenzar a afrontar y a aprender a interpretar correctamente las sensaciones relacionadas con la tensión en la garganta. No te olvides: imaginar que puedas atragantarte, que no puedas comer delante de otras personas… puede llegar a ser algo muy amenazante y precisamente ese miedo es el responsable del aumento de la tensión en la zona de la garganta y de que no puedas realizar cómodamente una acción tan normal como es la de tragar.
Ejercicio 1: vas a afrontar unas sensaciones muy leves de incomodidad al tragar. Coge un vaso de agua y déjatelo cerca. Vas a ejercer una leve presión sobre tu garganta con las manos. Coloca la palma de la mano izquierda sobre tu garganta. Presiona levemente sobre ella y sin dejar de presionar bebe un poco de agua.
¿Estás listo? inicia el ejercicio: nota cómo tu dificultad para tragar aparece. En este caso la presión es externa, pero cuando estás más nervioso, tú mismo tensas esta zona. Al querer quitarte la incomodidad de manera rápida, todo tiende a complicarse. Es importante que bebas a pequeños sorbos agua y que la presión de la palma de tu mano sobre la garganta continúe, es importante familiarizarte con sensaciones que son incómodas para no huir rápidamente de ellas. No te olvides, es peor lo que temes que te pueda ocurrir (ahogo, montar un número delante de gente…) que lo que en realidad estás sintiendo en estos momentos. Vamos a aprender a separar lo que temes de lo que en realidad está ocurriendo. (Bis)
Ejercicio 2: vamos a repetir el ejercicio 1, pero en esta ocasión en lugar de utilizar un liquido para tragar, vamos a probar con una galleta. Coge una de tu despensa (nos puede valer cualquier otro alimento con similares características).
Vas a ejercer una leve presión sobre tu garganta con las manos. Coloca la palma de la mano izquierda sobre tu garganta. Presiona levemente sobre ella y sin dejar de presionar mastica y comienza a tragar trozos pequeños de alimento.
¿Estás listo? inicia el ejercicio: nota cómo tu dificultad para tragar aparece. En este caso la presión es externa, pero cuando estás más nervioso, tú mismo tensas esta zona. Al querer quitarte la incomodidad de manera rápida, todo tiende a complicarse. Es importante que comas pequeñas cantidades de alimento y que mantengas la presión de la palma de tu mano sobre la garganta, es importante familiarizarte con sensaciones que son incómodas para no huir rápidamente de ellas. No te olvides, es peor lo que temes que te puede ocurrir (ahogo, montar un número delante de gente…) que lo que en realidad estás sintiendo en estos momentos. Vamos a aprender a separar lo que temes de lo que en realidad está ocurriendo. (Bis)
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