La calidad del sueño potencia el bienestar y la calidad de vida de las personas. Investigadores y profesionales de la medicina y la psicología se dedican a conocer el proceso del sueño con la finalidad de desarrollar las pautas y los métodos para mejorar su calidad. Su naturaleza reparadora, tanto física como mental, hace que el sueño sea una prioridad.
La calidad del sueño es muy dependiente de factores físicos y psicológicos. Las personas de la tercera edad se les considerada especialmente sensibles a las alteraciones de cualquiera de los factores implicados: trastornos del ánimo, de la ansiedad, la poca actividad física y mental, enfermedades físicas..
En la investigación que lleva por nombre “Problemas del sueño en pacientes ansiosos y depresivos de la tercera edad”, del Departamento de Psicología de la Universidad de Québec en Trois-Rivières y por profesionales del Departamento de Matemáticas de la Universidad de Québec à Montréal en Montreal; intentan dar más herramientas a los profesionales para prevenir a tiempo las dificultades que conllevan los trastornos psicológicos, sobre todo en pacientes de la tercera edad.
De manera objetiva, el estudio buscó patrones dentro de la población normal y con diferentes trastornos mentales. Se buscó posibles ayudas al diagnóstico en salud mental y colaborar con la prevención de trastornos del sueño.
Pacientes Afectados por los trastornos del sueño
Todos los datos utilizados en la investigación fueron obtenidos a través de entrevistas. Dichas entrevistas fueron aplicadas a una muestra de 2759 personas de la tercera edad (65 años o mayores). En la muestra, no todos presentaban claros síntomas de trastornos mentales, específicamente de ansiedad o depresión. Además, la muestra comprende igualmente individuos que no exhibían síntomas de algún trastorno mental.
Es necesario conocer que los trastornos del sueño comprenden los siguientes malestares:
- Despertares de madrugada y/o muy temprano por la mañana,
- Dificultad para conciliar el sueño,
- Su calidad y
- La somnolencia diurna.
A su vez, experimentar problemas relacionados con el sueño, aumenta el riesgo de sufrir depresión.
Posterior a la recogida de datos, se obtuvieron resultados muy diversos. En Estados Unidos, aproximadamente, 50% de los pacientes de la tercera edad comentaron que tenían problemas trastornos con el sueño. Este número es muy similar a los captados en Canadá y Brasil. En Francia, ese número sube hasta el 70%.
En una etapa inicial de la investigación, rápidamente se pudo asociar la ansiedad con sueño poco reparador y los despertares a media noche, además de dificultades para conciliar el sueño, prolongándose hasta treinta minutos o más.
También se observó que aquellos pacientes que mostraron buena calidad de sueño, reflejaron menos rasgos de ansiedad o depresión. Pero continúa siendo complicado determinar si los trastornos del sueño son señal de ansiedad, de depresión o de ambos entre los ancianos.
El trastorno del sueño que se encontró con mayor frecuencia en los entrevistados fue el despertar en mitad de la noche o a primera hora de la mañana. En pacientes asintomáticos, menos de un tercio manifestaban necesitar más de treinta minutos para quedarse dormidos, e informaron del uso de medicamentos para mejorar la calidad del sueño.
Más del 90% del grupo asintomático consideró su sueño como de buena calidad, mientras que más de uno de cada cuatro de los entrevistados con ansiedad o depresión describían su calidad de sueño como “mala” o “muy mala”.
A su vez, la somnolencia diurna fue el problema menos reportado, con un 4% en asintomáticos y el doble para pacientes con trastornos mentales.
Relación con la ansiedad y la depresión
Los autores de la investigación establecieron como objetivo principal, valorar cómo los problemas relacionados con el sueño afectan a los pacientes de la tercera edad, basándose en la presencia o ausencia de ansiedad o depresión.
Los resultados y conclusiones aclaran bastante el tema. Los trastornos mentales en pacientes de la tercera edad, indiscutiblemente marcan una diferencia cuando se trata de dificultades del sueño.
Solo un 18.9% de las personas sin síntomas demostraron trastornos del sueño en comparación con un 34.1% entre los pacientes de la tercera edad que sufren de un trastorno mental, como ansiedad y depresión.
También se estableció que el trastorno más común es el despertar a mitad de noche y el despertar precoz. Se encontró que la dificultad para quedarse dormido, característica de la ansiedad, es la segunda más frecuente.
Casi uno de cada cuatro de los participantes tomaba medicamentos para mejorar el sueño al menos una vez a la semana.
Estos resultados ofrecen a los especialistas datos útiles sobre las tendencias del sueño y la relación con diferentes trastornos, facilitando el diagnóstico en pacientes de la tercera edad.
Ahora, la relación entre la ansiedad y la dificultad para conciliar el sueño está clara. Este problema del sueño no mostró relevante relación con la depresión, según los investigadores. Por el otro lado, aquellos pacientes tomando medicamentos para mejorar el sueño fueron, en su gran mayoría, depresivos.
La somnolencia diurna fue el problema derivado de la falta de sueño más frecuente entre pacientes depresivos, viéndose muy poco en individuos ansiosos.
Los resultados obtenidos, por si solos, se presentan como una ayuda para prevenir y tratar a tiempo trastornos mentales. Con la aparición de estos síntomas, los profesionales de la atención médica podrían detectar precozmente casos de ansiedad o depresión.
Los ancianos podrían estar más dispuestos a hablar sobre sus trastornos del sueños que de posibles trastornos mentales. De esta forma, ver dificultades para dormir como potenciales síntomas de un padecimiento psicológico o psiquiátrico viene a ser bastante útil para realizar diagnósticos acertados.
D. Fernando Azor Lafarga, director de Azor & Asociados, PsicologodeCabecera.com y PsicologoAeronautico.com, cuenta con más de 20 años de experiencia. Licenciado en Psicología Clínica, con múltiples especializaciones y participación en medios, ofrece psicoterapia y asesoría pericial. ¡Descubre más sobre su trayectoria y expertise!»