El psicólogo es el principal profesional encargado de ayudar a las personas desde el punto de vista psicológico. Un psicólogo recibe formación para identificar y tratar problemas emocionales y conductuales. Según el tipo de especialización en psicoterapia el psicoterapeuta propondrá diferentes métodos para ayudar a la persona. Enfoques como la terapia cognitivo-conductual, el psicoanálisis, la terapia gestalt, terapia humanista… cuentan con master o cursos de especialista para favorecer que la terapia se adaptará a la mejor atención posible. El colegio oficial de psicólogos publicó un artículo muy interesante a este respecto.
¿Qué razones pueden motivar el ir al psicólogo?
Cuando se trata de recibir apoyo psicológico para superar problemas y su sintomatología asociada, el psicólogo clínico, o el psicólogo general sanitario, es el profesional cualificado para darlo. Cuando la meta que se persigue está centrada en conseguir metas de tipo laboral, un giro en lo que uno quiere conseguir en la vida, por ejemplo, tanto puede ir al psicólogo clínico como solicitar el apoyo de un coach. La verdad es que independientemente de que yo tenga la especialización y por supuesto el título de psicólogo, yo insistiría en que el coach tenga también titulación de psicólogo, ya que garantiza que la persona que va a ofrecer su ayuda tienen una formación suficiente para hacer frente al proceso de cambio y a las emociones que en él se vierten. En este artículo puedes ver los principales aspectos a tener en cuenta para elegir un psicólogo o un centro para que te ayude con tus objetivos psicológicos
¿Qué síntomas indican que debo ir al psicólogo?
Normalmente es el síntoma el que nos da información sobre la necesidad de recibir una ayuda específica, y puede ser bueno ir al psicólogo. Podemos decir que el dolor es a lo físico, como la ansiedad y la tristeza son a lo psicológico. En el caso del dolor la señal de peligro es clara, sobre todo en el caso de los dolores agudos, los atendemos para dejar de sentirlos. En el caso de los síntomas psicológicos, no siempre los interpretamos de manera correcta. A menudo encontramos disculpas o los minimizamos no dándoles el valor ni entendiendo su significado. Analicemos algunos síntomas que pueden tener relación con nuestras emociones, bloqueos, gestión del conflicto…
1. Siente que no tiene control sobre su día a día (acontecimientos diarios).
2. Empieza a somatizar: dolores de cabeza, taquicardias, presión en el pecho, aumento de la sudoración, aparición frecuente de herpes, aftas, eccemas…
3. Llora con mayor frecuencia de la habitual. Siente a menudo a lo largo del día rabia, angustia, desesperanza o impotencia.
4. Se ve incapaz de resolver alguna situación relevante para su vida: problemas de pareja, situación económica, conflictos laborales o con amistades, problemas con un hijo…
5. Siente que las emociones marcan en exceso las decisiones que toma, siente que el miedo a equivocarse, o al conflicto limita su capacidad de cambio.
6. Detecta con frecuencia pensamientos catastrofistas, obsesiones, o ideas que no consigue hacer desaparecer fácilmente.
7. Siente que la vida no tienen sentido y tiene pensamientos de suicidio.
8. Abusa de sustancias como el alcohol o el hachís, la coca… y no es capaz de parar su consumo.
9. Tiene problemas para disfrutar cuando realiza actividades que anteriormente sí le gustaban.
10. Problemas con las relaciones sexuales. Problemas en relación al deseo, la excitación o con el orgasmo.
11. Tiene grandes dificultades para descansar, conciliar el sueño, desconectar de situaciones, y no puede vivir la vida con normalidad.
12.- La atención y la memoria suelen ser dos procesos estrechamente relacionados. Cuando existen demasiadas tareas o hay que atender a demasiados estímulos en un mismo momento, es normal que se produzcan olvidos. No se procesan todos los datos y no se prioriza lo que puede parecer más importante. Por otra parte, el que la persona tienda a los olvidos puede ser también un signo de todo lo contrario: de estar relajado. Puede indicar que la persona vive centrada en el presente y no está pendiente de cada cosa que vendrá después.
13.- Aumento brusco de apetito. Comer es un instinto muy ligado a las emociones. Esto es así porque evolutivamente la supervivencia y el acceso a la comida han estado unidas. El miedo, las amenazas y el peligro suele disminuir el apetito. El cuerpo está en modo supervivencia. Sin embargo, cuando hay cosas pendientes y hace falta fuerza para resolverlas, lo normal es que aumente el apetito. El aburrimiento y la falta de estímulos también puede generar apetito. Es una forma de buscar placer rápido. Las tardes de domingo son a menudo ejemplo de este tema.
¿Todo el mundo debería ir al psicólogo?
La verdad es que siempre puede ayudar, pero extrictamente no es necesario ir al psicólogo.
Cuando algunos síntomas están presentes habitualmente en la vida de una persona pueden ser signo de diferentes trastornos psicológicos, hoy me voy a centrar en destacar algunos síntomas que suelen informarnos de que algo no va bien y que puede ser bueno atender. Digamos que los síntomas son muchas veces indicadores de que hay que modificar algo para seguir estando bien. Verlos como una debilidad o intentar hacer como que no están, suele provocar el que se cronifiquen y agraven.
Algunas personas tienen más dificultad que otras para aceptar una ayuda psicoterapéutica. Estas son las pegas principales para iniciar un tratamiento:
- La persona cree que no es para tanto, que no está tan mal como para pedir ayuda.
- Considera que no van a saber qué le ocurre.
- Teme que crean que está fatal, o que está loco.
- Considera que es de débiles pedir ayuda e ir al psicólogo.
- No quiere darse por vencido porque cree que si lo hace se puede hundir completamente.
- No quiere ser dependiente de nada o de nadie.
- Piensa que puede acabar empastillado y dejar ser él mismo.
- No sabe por dónde empezar a buscar un psicólogo.
- Dudas sobre si puede fiarse de quien le ayude, o si será alguien que no tenga afinidades con él y sus experiencias de vida.
- La tendencia a la racionalización, es decir a la interpretación de que cualquier síntoma tiene un origen lógico o una explicación ajena a él mismo, y que por tanto no es necesario pedir ayuda, ni hacer ningún cambio.
- Sus síntomas son egosintónicos, es decir, no le producen un malestar significativo
- En caso graves, como sería el caso de esquizofrenia o trastorno delirante, puede unirse la desconexión con la realidad.
- El coste de las sesiones.
Si estas pegas están presentes en tu caso o en personas cercanas a ti, puedes tener en cuenta las siguientes ideas:
- Las personas somos bastante parecidas, tenemos diferencias significativas, pero hay muchos procesos psicológicos que se repiten con frecuencia.
- Los psicólogos clínicos son profesionales que tienen una formación extensa sobre el comportamiento humano, y se especializan en el manejo estrategias de ayuda en situaciones en las que el malestar aparece.
- Existen diferentes enfoques terapéuticos, y hay estudios relevantes que hablan de la eficacia de cada una de ellos.
- Probablemente la calma y el bienestar acaben apareciendo en algún momento tras estar mal, pero si podemos abreviar ese proceso ¿merece la pena intentarlo?
- Pueden encontrarse tratamientos en función del presupuesto de cada uno. Asociaciones y unidades clínicas de universidades, la seguridad social, y por supuesto gabinetes y centros privados.
Fernando Azor es director de azor & asociados.
Fernando lleva años explicando sin tecnicismos las ideas y conceptos que fundamentan la psicología actual. Hace que que la psicología sea fácil y accesible. Ofrece tareas, consejos y conocimientos de psicología que puede usarse para resolver problemas de la vida diaria. El propio Colegio oficial de psicólogos de Madrid, le otorgó un reconocimiento por su labor divulgativa de la psicología clínica en diferentes medios de comunicación. Puedes ver muchos videos divulgativos en el perfil de TikTok
Hola tengo síntomas de abombamiento yo ya estube con ansiedad me gustaría saber como me contacto con usted y pedir cita gracias
Hola Claudia, puedes escribirnos a whatsapp de la parte inferior de la página, o a el formulario de contacto