Complacer a los demás es un comportamiento que tiene gran éxito socialmente. Una persona complaciente no genera problemas ni conflictos, colabora en las metas grupales, favorece la actitud positiva y hace que las personas quieran estar cerca. Sin embargo también tiene sus pegas y algunos efectos secundarios. Cuando se busca complacer a los demás de manera constante, se tiende a vivir el día a día con ansiedad, sensación de alerta, preocupación. La percepción es la de que todo está bien, que no hay nada malo, sin embargo es frecuente sentir aun así nerviosismo a nivel emocional e incluso físico. La actitud continuada de alerta ante las opiniones de los demás, de la valoración que harán de lo que hacemos, de nuestras negativas u ofrecimientos ante sus necesidades se puede instalar como un automatismo. No hace falta ser conscientes de todo ese proceso, pero los éxitos que se alcanzan por ser así, la inercia de personalidad, los modelos y la educación que hemos tenido, influyen en crear estos hábitos y en sus consecuencias positivas y negativas derivadas.

 

Aspectos a tener en cuenta al complacer a los demás.

  1. Examina tus temores. ¿Son realistas? ¿Son verdaderamente terribles? Es posible tener miedo a no gustar a nadie, a que la gente se aleje, o a quedarse solo si no se dice lo correcto. Verlo así es una cárcel en la que uno puede verse atrapado. Si las personas que nos rodean no están dispuestas a aceptar nuestras necesidades, ¿Realmente vale la pena esforzarse tanto?
  2. Evalúa tus límites. Comparare sus límites con los que observa en los demás.
    • ¿Hasta qué punto estás dispuesto a satisfacer al otro?
    • ¿Cuál es un comportamiento aceptable y cuál no? Ser capaz de analizar este factor le permitirá medir qué se puede hacer por los demás y lo que no se debe hacer para los demás de una manera mucho más objetiva.
    • ¿Es lo mismo para ti y para los demás?
    • ¿Aceptas lo inaceptable?
  3. No bases la autoestima en lo mucho que puedes hacer por los demás. Es noble ayudar a los demás, pero es algo que ha de hacerse porque se quiere, no como una imposición constante. Ayudar a los demás debería venir después de identificar cómo ayudarse a uno mismo.
    Los mayores actos de generosidad son los realizados por elección, no por miedo culpabilidad o por imposición. Si hace las cosas por los demás porque se sentiría mal si no lo hace, ¿es un acto realmente genuino? Si estás ayudando a los demás hasta el punto de que se está descuidando a usted mismo, ¿es eso realmente inteligente?

 

complacer a los demás

 

Consejos para complacer a los demás correctamente.

  • Pide lo que quieres. dónde comer, qué película ver… No hace falta que exista una necesidad imperiosa para pedir algo u opinar sobre algo. Basta con desearlo para expresarlo. No hay nada de malo en expresar una opinión.
  • Haz cosas para ti. Hacer cosas puede no gustar cuando implica alguna valoración externa: teñirse el pelo, ir en vacaciones o ir a ver esa película que le gusta. Recuerda que debe haber cosas que realmente quieras hacer, independientemente de lo que piensen los demás. Las opiniones de otros son importantes en nuestras vidas, pero no deben ser el factor determinante.

 

Las opiniones de otros son importantes en nuestras vidas, pero no deben ser el factor determinante.

 

  • Aprende a decir “no” . No inventes excusas. Expresa sus razones para no querer algo. Empieza poco a poco encontrando algo pequeño para decir “no” . Dilo educadamente, pero con firmeza.

 

 

 

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Tratamiento digital del ataque de pánico

Dispones de un BOTÓN DEL PÁNICO para hacer frente a una crisis de ansiedad.

Recibe ayuda gratuita para tratar las crisis de ansiedad y evitar que se produzcan

Inicia la herramienta