Puede que los términos estimulación cognitiva y rehabilitación neuropsicológica nos sean conocidos. Es probable que los hayamos oído en relación con aquellas personas que sufren algún tipo de demencia pero no solo tienen relación con estas. Lo que sucede también es que muchas veces los términos se confunden y conviene diferenciarlos.

 

Estimulación cognitiva

La estimulación cognitiva es un término que se refiere a todas aquellas actividades que están encaminadas a que el rendimiento cognitivo general de la persona mejore. También aquellas que buscan mejorar el rendimiento de alguno de los procesos y componentes de la cognición, como la atención, el lenguaje, la memoria, el cálculo, las funciones ejecutivas, etc. Como hemos dicho al principio del artículo, la estimulación cognitiva no solo está indicada para aquellas personas que sufren alguna lesión en el sistema nervioso central: también puede utilizarse en pacientes sanos como niños, personas con trastornos del lenguaje, etc. En algunos contextos se usa el término rehabilitación para referirse a la estimulación cognitiva. Sin embargo, la rehabilitación neuropsicológica es un concepto más amplio y sus fines son distintos, como enseguida leeremos.

 

La rehabilitación neuropsicológica incide en los campos del cerebro, conducta e integración social

Rehabilitación neuropsicológica

En primer lugar, la rehabilitación neuropsicológica va más allá de la estimulación cognitiva y su fin es restablecer a los pacientes al grado más alto de funcionamiento que sea posible, a nivel físico, psicológico y de adaptación al engranaje social. Para ello, se ponen todos los medios posibles para reducir el impacto de todas aquellas condiciones que impliquen una discapacidad y así poder permitir a los pacientes reintegrarse del mejor modo posible en la sociedad. La rehabilitación neuropsicológica incluye diferentes tipos de intervención, en los campos del cerebro, la conducta y la integración social.

 

  • Rehabilitación cognitiva (dentro de ella está la estimulación cognitiva)
  • Modificación de conducta
  • Intervención en la familia y readaptación vocacional o profesional

 

Rehabilitación cognitiva 

 

Las estrategias de intervención buscan que los pacientes que han sufrido una lesión cerebral reduzcan sus alteraciones cognitivas y conductuales, sepan desenvolverse ante estas dificultades y  que, en consecuencia, logren que les afecten menos en su vida cotidiana. También buscan ayudar a los familiares y personas allegadas que necesitan herramientas para ayudar también a estas personas en su vida diaria.

Para lograr este objetivo principal en las personas que siguen una rehabilitación neuropsicológica y estimulación cognitiva hay que fijar cuatro objetivos específicos. Estos son, según Genny Lubrini, José A. Periañez y Marcos Ríos-Lago los siguientes:

  • Asegurar la autonomía personal y favorecer la socialización.
  • Favorecer la estimulación de las funciones cognitivas superiores.
  • Acompañar a la persona en la toma de conciencia de sus dificultades.
  • Acompañar a la persona y sus allegados en el trabajo de elaborar un nuevo proyecto de vida.

 

Cuando comenzó a aplicarse en las personas, la rehabilitación neuropsicológica se centraba casi exclusivamente en la reestructuración de las funciones cognitivas tras un daño cerebral. Con el paso del tiempo, se vio que eso no era lo único importante sino que había que disminuir los problemas que causaba en la persona (descenso de la autoestima, ansiedad, inseguridad, sentimientos de rabia y tristeza, etc.) También, claro está había que incidir en aquellos aspectos sociales perjudicados por estos problemas, como la falta de participación de la persona en actividades sociales y la consiguiente falta de integración.

 

rehabilitación neuropsicológica

 

¿Cómo actúa la rehabilitación neuropsicológica sobre el Sistema Nervioso Central?

La rehabilitación neuropsicológica se basa en la premisa de que el Sistema Nervioso Central no es, por fortuna, una estructura rígida e inmutable en la que cualquier lesión se convierte en algo irreparable. La plasticidad cerebral “hace referencia a las posibilidades de adaptación funcional del SNC para minimizar los efectos de las alteraciones estructurales y funcionales, sea cual sea la causa originaria”. Esta plasticidad permite que la persona se adapte cuando hay un cambio brusco de las circunstancias, “incluyendo ambientes anormales y daños producidos por agresiones al tejido cerebral. Ello es posible gracias a la capacidad de cambio que tiene el sistema nervioso por influencias endógenas y exógenas”. Esta recuperación que la plasticidad cerebral permite no es igual para todos, claro está.

El cerebro desarrolla unos mecanismos adaptativos días después de dicha lesión que permiten la recuperación y que dependen de la edad del paciente, la dominancia cerebral, del nivel intelectual de la persona antes de sufrir la lesión cerebral, del tiempo transcurrido desde la aparición de la lesión, de si esta tiene una causa vascular, traumática, tumoral o degenerativa, etc.

 

La rehabilitación neuropsicológica se aplica también en TDAH, dislexia o accidentes cerebrovasculares

 

Como hemos dicho al principio del artículo, es un error creer que la rehabilitación neuropsicológica y la estimulación cognitiva solo van dirigidas a ancianos con demencias. También se aplica en niños con déficits cognitivos como pueden ser el TDAH y la dislexia, en personas que han sufrido traumatismos craneoncefálicos o accidentes cerebrovasculares. También es muy útil en aquellos ancianos que tienen un envejecimiento normal pero que recurren a la rehabilitación neuropsicológica como medida de prevención o de simple gimnasia cerebral.

Los encargados de realizar la rehabilitación neuropsicológica son personal experto y forman un equipo multidisciplinar ya que, como hemos explicado, la rehabilitación neuropsicológica debe incidir en diversos aspectos de la vida de la persona. En primer lugar, lo forman neuropsicólogos y psicólogos (estos últimos son aquellos que se encargarán de lidiar con los problemas derivados de ansiedadbaja autoestima, tristeza…) Estarán acompañados de terapeutas ocupacionales y de logopedas para todos aquellos problemas en los que el habla se ve afectada. Por último, están los fisioterapeutas, que son los que se ocupan de todos aquellos problemas relacionados con las praxias (movimientos) y con la movilidad general del sujeto que ha quedado afectada tras la lesión cerebral.

Como conclusión, podemos decir que el éxito de la rehabilitación neuropsicológica dependerá del enfoque dado al caso particular de un paciente particular, del campo en el que se desee incidir con mayor fuerza (neuropsicológico, psicológico, social, etc.) y de tener en cuenta otras variables como la edad del paciente, de su trastorno, de cuándo ha comenzado la rehabilitación…Y, como ya hemos recalcado, conviene no olvidar que no es necesaria una lesión cerebral o una demencia para recurrir a la rehabilitación psicológica y la estimulación cognitiva.

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