La agorafobia está muy relacionada con los ataques de pánico, y en general con los trastornos de ansiedad. Una persona con agorafobia tiende a buscar sitios que considera seguros y evita aquellos que le amenazan. El temor principal es a que se desaten una serie de sensaciones físicas que puedan precipitar desmayos, infartos, atragantamiento, vómitos, diarreas… Además aparecen miedos como el de perder el control sobre uno mismo, y a mostrarse ridículo y llamar la atención por estar mal. En casos graves, puede impedir salir de casa durante días, meses o incluso años. Los lugares públicos donde puede haber gran cantidad de personas, como son supermercados, centros comerciales, metro, trenes, aviones o aeropuertos es más probable la aparición del bloqueo.
La agorafobia puede surgir tanto en espacios abiertos como cerrados
La agorafobia puede surgir tanto en espacios abiertos como cerrados. La clave para que pueda producirse el malestar e incluso el bloqueo, está en que la persona quiera salir rápidamente y el entorno no se lo permita en el tiempo que desea. Por eso un parque vacío, un ascensor, un baño público, un estadio deportivo o estar en medio del campo puede parecer mortal a una persona que sufre agorafobia.
Una persona con agorafobia no quiere estar en lugares «inseguros», porque tiene miedo de que se precipite la ansiedad y con ella un ataque de pánico.
Los síntomas de la agorafobia
- Los síntomas físicos ligados al pánico o a las crisis de ansiedad: dificultad para respirar, sudoración, mareos, taquicardia, sensación de ahogo, náuseas, y sentimientos de miedo o temor extremo.
- Anticipación y angustia si la persona se ve obligada a abandonar su entorno seguro. Tendencia a evitarlo.
- Baja autoestima y pérdida de confianza en sí mismo.
- Ánimo bajo como consecuencia de la pérdida de actividades y por la toma de conciencia de las limitaciones que soporta.
La agorafobia se desarrolla a través del tiempo
Cuantos más miedo, mayor tendencia a no salir, a no relacionarse, o hacerlo solo en lugares que reúnen ciertas condiciones. La tendencia es a alejarse de toda fuente de malestar que pueda producir sensaciones negativas. Cuanto más tiempo pase la persona alejada o intentando alejarse del malestar, más probable es que los lugares públicos o los espacios cerrados se conviertan en insoportables.
Trastorno de pánico y agorafobia
Normalmente para hablar de agorafobia debemos entender que casi siempre es consecuencia de un trastorno de pánico. En muchos casos, los síntomas surgen sin una razón clara para quienes los sufren: «sin más empecé a sentirme fatal…». La realidad es que sí existen desencadenantes y hay que tratarlos normalmente en psicoterapia. Estos son algunos de ellos:
- Niveles de Ansiedad Cotidiana especialmente altos. Bien por el modo de vida o por las estrategias que tiene la persona para afrontar sus problemas diarios. Cuando los niveles medios de ansiedad son altos, existe una mayor probabilidad de desarrollar un trastorno de pánico.
- Tendencia hereditaria y aprendizaje para reaccionar de forma exagerada a la amenaza. Numerosos estudios han demostrado que hay tasas más altas de trastorno de pánico entre los familiares de pacientes que sufren este problema.
- Interpretación catastrófica de las sensaciones corporales normales.
Los pacientes con ataques de pánico tienden a interpretar sensaciones corporales ambiguas como signos de un inminente problema físico o mental. De este modo, un dolor en el pecho puede ser interpretado como un inminente infarto, o una falta de aire repentina junto con palpitaciones y sofocos puede ser interpretado como el inicio de estar volviéndose loco. - La percepción de falta de control. Las vivencias de falta de control es una variable psicológica importante para el inicio de los ataques de pánico. Si uno se siente que los acontecimientos cotidianos producen efectos emocionales incontrolables, la probabilidad de sufrir un ataque de pánico aumenta.
Las complicaciones de la agorafobia
Sin tratamiento, la agorafobia puede reducir la calidad de vida de una persona. Por ejemplo:
- Las actividades fuera de casa como trabajar, el colegio, el ocio o el deporte se van limitando. A menudo se hace imposible conducir vehículos, coger el transporte público…
- Tendencia a comer compulsivamente o a abusar de algunas drogas legales e ilegales para buscar constantemente el alivio de las sensaciones y miedos. Se potencian por tanto la probabilidad de generar otros problemas de salud.
- Dependencia de otras personas, en especial de parejas. Las limitaciones marcadas por la agorafobia generan a menudo dependencias no deseadas.
- Los problemas económicos, el aislamiento, la soledad y el aburrimiento, la falta de metas estimulantes puede precipitar síntomas depresivos.
- Sentimientos de frustración y enfado hacia uno mismo por no ser capaz de romper la dinámica de evitación. Se reduce la autoestima y se potencian nuevos miedos.
- Incapacidad laboral permanente, impidiendo realizar un trabajo y recibir un ingreso por ello
Diagnóstico de la agorafobia
El diagnóstico suele basarse en los síntomas que describe la persona. A menudo se realizan evaluaciones sobre los niveles de hormonas tiroideas, y se descartan otros precipitantes como abuso de cafeína, falta de sueño… para conseguir determinar todos los factores que causan este trastorno.
Miedo a cruzar puentes, túneles, peluquerías, trenes, centros comerciales…
Como se puede entender por la descripción de síntomas que he hecho sobre las causas de la ansiedad, estos miedos están muy asociados a las crisis de ansiedad y al trastorno de pánico (no deje de pinchar en el vínculo para conocer mejor estos problemas). La realidad es que sin necesidad de que haya niveles de ansiedad altos, basta con que haya sensaciones físicas como mareo, inestabilidad, taquicardias, sudoración, o sensaciones de irrealidad en algún momento, para que la persona se sienta insegura y amenazada por perder el control mientras se está conduciendo.
Una vez se producen sensaciones fisiológicas intensas, puede aumentar exponencialmente la atención hacia cualquier sensación que implique poder tener un accidente o no controlar bien el vehículo. Lo que busca una persona con estas características es que el cuerpo esté tranquilo, en un estado neutro que no precipite ningún síntoma preocupante. Lo malo es que esta forma de conducir hace que constantemente se esté percibiendo amenazas, y se planteen interrogantes sobre si «¿tengo demasiado sueño?», «¿estoy cansado?»,» ¿si me pierdo sabré volver? ¿y si resulta que me pongo malo?».
¿Qué tiene un puente o un túnel para producir ansiedad y bloqueo?
Pues tiene lo mismo que una peluquería, un cine, un tren, o un centro comercial: que no se puede salir de ese contexto en el mismo momento en el que se desea. Nuestra ansia por salir de un entorno, o nuestra intolerancia a sensaciones físicas intensas, se convierten el motor de nuevas sensaciones y en la causa de más deseo de salir rápidamente de un sitio en el que la persona lo percibe como estar atrapado. El miedo y la anticipación tras vivir situaciones angustiantes en estos contextos, son en definitiva los que complican del todo el problema, trasformándolo en crisis de ansiedad y/o en un trastorno de pánico
El tratamiento para la agorafobia
A pensar de que la sintomatología alcanza en ocasiones elevados, y llama la atención el nivel de bloqueo que sufren algunas de las personas que la padecen, la agorafobia responde bien al tratamiento. El modelo más eficaz de psicoterapia es el cognitivo-conductual.
La clave para superar la agorafobia es aprender a controlar los síntomas de ansiedad y las situaciones temidas. El psicólogo clínico es el profesional con mayor cualificación para dirigir las soluciones y el tratamiento de la agorafobia. Las pautas suelen estar dirigidas hacia:
- Detección de los principales estresores externos e internos que soporta la persona. Cuestionamiento y tareas para hacer frente de otro modo a aquellas amenazas que la persona percibe: opiniones de los demás, incertidumbres laborales, de pareja… Perfeccionismo, rutinas y hábitos no saludables.
Exponerse graduadamente
- Exposición graduada a los estímulos y contextos temidos (Técnicas de exposición). Ayuda a que sea la propia experiencia la que permita a cada persona, creerse que lo que teme no es tan terrible, ni hay que temerlo tanto. La tendencia natural es la de buscar por medio de argumentos la calma. La realidad es que siendo importante entender que no hay que temer ciertas situaciones, hasta que no lo comprobamos no conseguimos sentirnos verdaderamente calmados. Con la práctica regular, dentro y fuera de la consulta del psicólogo clínico, el temor se va reduciendo.
- Técnicas de relajación y de control de la respiración. La hiperventilación (respirar demasiado rápido y/o con demasiada intensidad) hará que los síntomas de inestabilidad, calor y sequedad de boca de disparen. Hay que entrenar a las personas que sufren crisis de ansiedad en diferentes maneras de respirar. Alguna de ellas forman parte de las principales técnicas de relajación (relajación diferencial, autógena y respiración diafragmática)
- Psicoeducación. Por este nombre se conoce la información que es necesario trasmitir a la persona que tienen un problema para hacerle frente. Es necesario comprender los factores psicológicos que precipitan la ansiedad, los somatizaciones y finalmente la propia agorafobia.
- Psicofármacos, ansiolíticos, antiobsesivos/antidepresivos, cuando es necesario para moderar la sintomatología y poder trabajar con la psicoterapia adecuadamente. Los niveles excesivos de bloqueo, impiden avanzar en la psicoterapia
Agorafobia y dependencia
Por estas razones la agorafobia puede producir gran dependencia de familiares cercanos y/o de una pareja. Me encuentro con frecuencia al tratar la agorafobia a personas que han establecido relaciones basadas en alejarse del malestar. Ante los conflictos y/o la amenaza de una ruptura se bloquean y buscan impacientemente arreglar la situación. A menudo no porque sea éste su deseo, sino por la vivencia de temor y fragilidad al verse solas sin los apoyos y las protecciones que hasta ese momento tenían.
En la medida en la que el paciente recibe tratamiento va aumentando su seguridad y capacidad para hacer frente al día a día. Cuando las relaciones de pareja estaban basadas en las limitaciones producidas por la agorafobia, cuanto mejor se encuentra, mayor distanciamiento se produce en la relación. Es frecuente incluso que llegue precipitarse la ruptura.
Conocer el trastorno y saber cómo hacerle frente
Ante la agorafobia, y la cronificación de las crisis de ansiedad, es frecuente la disminución de la autoestima y la sensación mantenida de peligro. En psicoterapia se analizan estos miedos, y se enseña al paciente a hacerles frente. Primero dándole información sobre qué es el trastorno de pánico, y cuáles son y el porqué de las principales reacciones del cuerpo ante la ansiedad. Después hay que entrenar al paciente en habilidades que le ayuden a manejar y reinterpretar lo que le está pasando. Normalmente se proponen experimentos en los que la persona se enfrenta gradualmente a sus sensaciones. Se parte de sensaciones muy suaves y poco a poco se va avanzando hasta controlar definitivamente el bloqueo y la ansiedad. Es muy importante enfrentarse y acumular éxitos al enfrentarse a los miedos.
En resumen
- La agorafobia está asociada a los trastornos de ansiedad.
- Una persona con agorafobia tiene miedo a salir de entornos que conoce y consideran que son seguros. No desea tener sensaciones de ansiedad (taquicardias, mareo, náuseas…).
- La agorafobia responde bien al tratamiento.
Fernando Azor es director de azor & asociados.
Fernando lleva años explicando sin tecnicismos las ideas y conceptos que fundamentan la psicología actual. Hace que que la psicología sea fácil y accesible. Ofrece tareas, consejos y conocimientos de psicología que puede usarse para resolver problemas de la vida diaria. El propio Colegio oficial de psicólogos de Madrid, le otorgó un reconocimiento por su labor divulgativa de la psicología clínica en diferentes medios de comunicación. Puedes ver muchos videos divulgativos en el perfil de TikTok
Excelente. Muy bien explicado y coincide en todo. Lo único que podría aportar, es que no solo la psicología médica es una terapia que las personas con ansiedad necesitan. También existen terapias holisticas y de autogestión emocional que realmente son muy eficaces para tratar y acompañar al paciente. Saludos!
Muchas gracias. ?Como puedo iniciar sesion?
Hola, no entiendo tu pregunta