La ansiedad se da como una respuesta emocional normal a situaciones que podemos visualizar como una amenaza. Es un mecanismo de defensa que todos hemos vivido y nos permite mejorar la capacidad de respuesta y anticipación de los hechos. Es capaz de alertarnos y así reaccionar rápidamente en una situación de peligro.

La ansiedad, puede ser percibida de maneras diferentes por cada individuo, trasladando los sentimientos normales, a una preocupación excesiva, irracional y persistente, causando sufrimiento a las personas que lo padece, pudiendo experimentar síntomas tanto psicológicos como físicos, derivando esto en trastornos de ansiedad.

 

La ansiedad como Trastorno

Ante estos trastornos el organismo comienza a funcionar de forma errónea, el mecanismo de defensa se ve alterado y registra hechos de la vida cotidiana como una amenaza cuando no lo es.  Los motivos por los que se producen estas patologías son diferentes de acuerdo a las personas, pudiendo mencionar tres factores fundamentales cuya combinación puede producir las conocidas crisis de ansiedad.

 

evitar ansiedad

 

Predisposicionales: Son factores de tipo biológicos, que se caracterizan por tener reacciones físicas exageradas, también se incluyen los factores de estilos de vida en cuanto a la forma de enfrentar el estrés, factores ambientales (aprendizaje, apoyo de los pares, etc.

Desencadenantes: Son aquellos acontecimientos que limitan la capacidad de reacción, y pueden producir una crisis de ansiedad. Aquí se incluyen todas las causas que son externas, como puede ser estrés laboral, problemas familiares, consumo de drogas, etc.

Mantenimiento: Finalmente, este tipo de factores se encuentran relacionados con el enfrentamiento a la propia ansiedad, el más conocido es el miedo al miedo.

Por lo tanto, de forma aislada, estos factores pueden o no resultar inofensivos para una persona, sin embargo, una combinación es sumamente capaz de provocar las crisis o ataques de ansiedad.

 

Como evitar la ansiedad

Cuando la ansiedad se convierte en algo paralizante, necesitamos contar con las herramientas necesarias para hacerle frente, para la cual es importante aprender habilidades concretas, a menudo guiado por un psicólogo clínico, que nos ayuden a sobrepasar el malestar de estos episodios incomodos.

La ansiedad es una respuesta del organismo que se manifiesta en múltiples niveles: pensamientos, emociones, respuestas fisiológicas y conductas. El abordaje de las emociones es algo complejo. Sin embargo, si se afrontan específicamente aspectos conductuales se puede conseguir un alivio e incluso llegar a un estado de bienestar. Lo ideal es trabajar en las distintas áreas implicadas, pensamientos y emociones, pero puede ser un buen punto de partida trabajar sobre lo que hacemos o no. De esta forma podemos favorecer que se produzca algo de calma y construir una buena base para hacer cambios más complejos.

 

evitar ansiedad

 

Propuestas conductuales sobre cómo evitar la ansiedad

Lectura

los horarios excesivamente apretados, las responsabilidades diarias y los problemas que se generar en la rutina diaria son causa de ansiedad, en numerosas ocasiones

una forma eficaz para relajarse, puede ser leer un poco antes de acostarse, permitiendo una desconexión que prepare para el sueño y pudiendo calmar los pensamientos activadores. Leer un libro es estimulante para la mente y el bienestar.

Viajes

Los viajes para alguna persona pueden representar un reto estresante y para otras una aventura, sin embargo, el beneficio emocional al final suele compensar, los momentos complicados que pudieran surgir dentro de la planeación o el mismo desarrollo del viaje.

El visitar lugares, alejarse de casa, probar nuevas comidas, conocer gente, salir de la zona de confort, es realmente estimulante y especialmente recomendable para evitar la ansiedad, ayuda a descansar la mente de la vida diaria, los compromisos y resulta terapéutico para quienes padecen algún trastorno relacionado con la ansiedad

Si el viajar no es una posibilidad, se pueden optar por actividades fueras de casa, como salir al campo, disfrutar de la naturaleza, tomar un picnic, ayuda a desconectarse de una manera agradable.

Dejar de lado el móvil, Romper con los servicios de mensajería, internen, suele ser algo incómodo, pero comprobar que no ha pasado nada y que se ha podido posponer lo que estaba pendiente sin perjuicios, todo esto es terapéutico. Desconectarse puede ser agradable si se está dispuesto a probarlo. Puede leer más sobre esto en el artículo sobre el FOMO. Un síndrome curioso.

 

 

Caminar al aire libre

 El caminar es una buena alternativa que puede proporcionar alivio cuando se está lleno de agobio y preocupaciones, intentar disfrutar el tiempo a solas, alejarse por unos momentos a los compromisos y responsabilidades, intentado observar nuestro alrededor, descubriendo edificios, detalles, que no solemos ver por estar siempre inmersos en las actividades diarias. caminar a solas ayuda a sentirse bien.

 

Escuchar música

La música incide directamente sobre las áreas del cerebro que controlan las emociones y la presión sanguínea. está comprobado que la música puede ayudar a reducir el estrés. Cuando el cerebro reconoce ritmos lentos, la presión sanguínea se ralentiza, Encontrar un momento para Escuchar la música que nos gusta puede ayudar a mejorar el ánimo y a reducir la sensación de ansiedad. Lo mejor es que se puede hacer mientras se realizan otras tareas, como pasear, leer, trabajar, etc.

 

Ejercicio físico

Crear hábitos, en los que la actividad física,sea la prioridad, es fundamental para la vida, al intentarlo es posible toparse con dificultades como los horarios, falta de constancia y de motivación, además de la capacidad física de cada persona, pueden interferir con el intentar introducir el deporte como parte de las actividades diarias, pero se debe de tomar en cuenta los beneficios físicos y emocionales que nos brinda.

En el artículo motivación para el deporte (y para mucho más…) puede descubrir maneras efectivas para conseguirlo.

Ahora bien, Si unimos los puntos anteriores podemos decir que el ejercicio físico es el complemento necesario a la música, los paseos, la lectura.

 

@azorfernando

Cuando sentimos inquietud, angustia e incluso miedo puede que estemos viviendo un estado emocional de ansiedad. Ésta puede ser normal, fruto de situaciones realmente amenazantes; o patológica, caracterizada por distintos trastornos psíquicos. Cuando nos volvemos muy buenos detectando y resolviendo amenazas, podemos acabar produciendo un problema. Cuanto más nos enfocamos en identificar situaciones potencialmente dañinas, más difícil resulta resolverlas todas y alcanzar un estado de calma. Las personas con esta tendencia tienen la “fantasía” de que su bienestar será duradero una vez acabe con las preocupaciones que le acechan. La realidad es que si no se aprende a convivir con cierto malestar y descontrol a la larga es muy complicado llegar a sentirse verdaderamente tranquilo. Así pues, ciertas características de personalidad potenciarán estados de malestar con tendencia a la cronificación si no se realizan cambios para evitarlo. #control #ansiedad#terapia #psicoterapiaonline #consejos

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Encontrar un hobby

El realizar actividades nuevas, que fomenten el interés en cosas diferentes, y que nos generen motivación por hacer algo más es vital. Sólo pasar tiempo tumbado en cama o en el sofá no es suficiente. Un nuevo hobby que mantenga el interés, el gusto por realizarla, nos ayudará a salir de la rutina, a encontrar una manera nueva de desconexión, con otras actividades realizadas cotidianamente, La mente descansará más y el beneficio personal también será mayor.

 

Relajación

Las técnicas de relajación están pensadas para favorecer un estado de ánimo tranquilo. En función del nivel de malestar o ansiedad de cada persona esa tranquilidad será mayor o menor. En algunos casos bastará con estas estrategias para conseguir un bienestar; pero en otros será necesario, una vez producido el alivio inicial, comenzar a aplicar otras técnicas más complejas dirigidas al origen del propio malestar.

Al pensar en relajarse es probable que lo primero que le venga a la cabeza sea una cama, luz tenue, música tranquila… Bueno, se aproxima bastante, pero no es necesario todo esto para conseguir un grado aceptable de desactivación. Existen técnicas para poder relajarse al tiempo que hablamos en público, trabajamos frente al ordenador… Las técnicas de relajación más utilizadas son la relajación diferencial o de Jacobson, la relajación autógena y la respiración diafragmática. Puede leer más sobre ellas en artículos como: “relajación y otras técnicas paliativas“, “técnicas de relajación” y “nervio vago y respiración, una forma fácil de conseguir relajarse“.

 

Una mascota

Estudios han revelado que tener una mascota y acariciarla frecuentemente, ayuda a reducir los sentimientos de estrés, ansiedad y depresión , reduciendo el riesgo de un infarto y la disminución de la presión arterial. Por lo que se aconseja acariciar, jugar, pasear e incluso hablar con las mascotas para despejar la mente y percibir bienestar.  Unamascota reducen la sensación de soledad y por tanto son de ayuda para evitar la ansiedad y mejorar el estado de ánimo.

Los perros en particular, suelen ser los que despiertan mayores sentimientos de conexión por su capacidad para sintonizar con las emociones humanas. En cualquier caso, casi cualquier mascota favorece el aumento de los niveles de serotonina y dopamina.

 

Conecta con la gente

El estar en contacto, con amigos y familiares, organizar actividades, como pasear, ir al cine, practicar algún deporte o hobby, ayuda a reducir los niveles de ansiedad. Los amigos y seres queridos son importantes para alcanzar una vida saludable

Una charla con amigos, puede generar una sensación de calma, al trasmitir las inquietudes, los problemas y percibirlos desde el punto de vista del otro, nos puede dar una óptica diferente de lo que nos agobia, inclusive dándole una perspectiva menos fatalista, reduciendo así los niveles de ansiedad.

 

Reírse de las cosas

A nivel psicológico, la risa es un liberador de endorfinas, fortalece el sistema inmunológico y aumenta la energía, lo que hace que se generen sustancias que combaten la ansiedad y la depresión. Fomenta el estado de ánimo positivo, nos hace felices y a la gente que nos rodea, por lo que mejora nuestras relaciones sociales, es una forma de convivencia, además nos ayuda relativizar la realidad e integración en ella, por más dura que nos parezca.

La risa es una buena medicina, es contagiosa y alarga la vida. Así que, ¡no te olvides de sonreír hoy!

Toma el control sobre el estrés y el autocuidado. Toma las riendas de cada situación estresante, si no sabes cómo lidiar con ellas pregunta y pide ayuda.  Los amigos, y por supuesto los psicólogos clínicos podrán guiarte para que tu malestar no se alargue en el tiempo. Tómate un tiempo para la diversión y la relajación.

 

 

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