Todos vamos día a día aprendiendo a combatir mejor el virús. Por esta razón vamos implementando nuevas maneras de hacerle frente. En azor & asociados tenemos dos maneras principales de evitar y prevenir contagios indeseados. Potenciamos las consultas online y aplicamos un protocolo para movernos dentro del centro.
Las medidas en el centro cambian la manera habitual de relación con nuestros pacientes, pero ayudan a reducir las vías de contagio conocidas del virus.
Aplicaremos alcohol en las manos de las personas que acudan presencialmente a nuestras instalaciones. En cada consulta nuestros pacientes disponen de gel desinfectante para las manos.
Ya no recibimos a nuestros pacientes dándoles un beso, o la mano. Lo que era normal antes, por el momento no podrá ser así.
Tras cada consulta el psicólogo aplicará una solución desinfectante en cada mesa y silla y después se aplicará gel en las manos.
La consulta de psicología es un entorno en el que fluyen muchas emociones. Es frecuente que se produzcan lágrimas y llanto. Para evitar contagios, evitaremos el uso de las papeleras habituales. Será la propia persona la que los guardará para tirarlos posteriormente.
En función de la disponibilidad ofreceremos mascarillas que se podrán usar en consulta. Es evidente que esto dificulta la percepción de los gestos y reacciones de cada persona, por lo que se intentará reducir su uso aumentando a cambio la distancia física y mejorando la ventilación.
Recomendamos no acudir al centro hasta la hora de la consulta. De este modo evitamos exposiciones y posibilidad de contagio. Cuantas menos personas se junten en un mismo espacio mejor.
Ofrecemos siempre la oportunidad de mantener las sesiones por medio de Videoconferencia. Lo ideal es que se puedan alternar sesiones presenciales y online. Las sesiones por videoconferencia son por sí mismas una solución completa o al menos complementaria a lo largo de la psicoterapia. En este enlace te explicamos como funciona en detalle.
En el caso que le paciente o el terapeuta observen síntomas compatibles con coronavirus, se priorizarán las sesiones en linea hasta tener claro a qué se deben.
Las consultas son ventiladas regularmente. Realizamos mediciones puntuales de CO2 en las salas. De este modo nos garantizamos que la posible concentración del virus sea mínima o inexistente.
Nuestro protocolo está pensado para tranquilizar y seguir convirtiendo nuestro centro en un lugar agradable en el que encontrar soluciones a los objetivos que cada uno se ha propuesto.
Preocupación y miedo
Las medidas pueden tener diferentes efectos en cada uno de nosotros en el plano emocional. El miedo a un desenlace fatal, la muerte, puede intensificar la necesidad de garantizarnos que no nos vamos a contagiar y excedernos en las medidas. En especial las personas que sufran alguna enfermedad que pueda debilitarles y las mujeres embarazadas, tenderán a estar más sensibilizadas.
Podemos ser demasiado exagerados con la limpieza de las manos, con el control sobre los objetos personales, estando muy pendientes de quién los ha tocado, de qué forma, de si el de delante ha estornudado, de si se ha tocado la nariz… para personas que necesitan control pueden precipitarse niveles de ansiedad innecesarios y quizás incluso bloqueantes.
Uno de los efectos del temor a padecer la enfermedad es que uno empiece a autoevaluarse continuamente, pudiendo generar con esta búsqueda de síntomas un estado de alerta que nos lleve a confundir una tos normal con un signo de gravedad.
En nuestra vida cotidiana cada uno tendrá que elegir si está dispuesto a afrontar su porcentaje de riesgo a enfermar, y en función de eso valorar qué medidas le parecen más correctas. Cuanto más difundidas estén las pautas y más fácilmente se puedan llevar a cabo especialmente en lugares de uso público, con más normalidad se pondrán en práctica.
Un peligro añadido es también el de la estigmatización: es fácil que si se sospecha que alguien pueda tener el coronavirus, se le aparte e incluso margine de determinados grupos. Aún siendo cierto que esté contagiado, el riesgo de presentar un elevado nivel de ansiedad puede estar en el aumento de la percepción de peligro: todos pueden parecer potenciales portadores, generando malestar, conflictos sociales, etc. Aun así la meta hoy ya no es defendernos de un contagio, es además evitar propagar el virus.
Como casi siempre la solución está en la moderación: protegerse sí, obsesionarse no. O lo que es lo mismo, tenemos cierto control sobre la posibilidad de contraer la enfermedad, pero no toda.
Fernando Azor es director de azor & asociados.
Fernando lleva años explicando sin tecnicismos las ideas y conceptos que fundamentan la psicología actual. Hace que que la psicología sea fácil y accesible. Ofrece tareas, consejos y conocimientos de psicología que puede usarse para resolver problemas de la vida diaria. El propio Colegio oficial de psicólogos de Madrid, le otorgó un reconocimiento por su labor divulgativa de la psicología clínica en diferentes medios de comunicación. Puedes ver muchos videos divulgativos en el perfil de TikTok
Cordial saludo,
De ser posible me gustaría tener información acerca de los Protocolos de Bioseguridad que se están manejando en estos momentos de pandemia en la atención presencial a pacientes.
Gracias
Hola Herlinda, lo que aplicamos en el centro está reflejado en este mismo artículo