Muchos conceptos psiquiátricos le han dado “sentido” a muchos casos de personas altamente violentas y peligrosas que ha cometido crímenes atroces. Pero aún existe una duda colectiva que nace cada vez que las personas vemos las noticas, ¿cómo pueden existir personas tan violentas y qué es lo que lo motiva?.
Resulta enigmático el cómo una persona desarrollándose en un medio cultural común y relativamente sano puede, de alguna forma, volverse un individuo violento con inclinaciones a lastimar a aquellos iguales que lo rodean. Muchos psicólogos y sociólogos siempre han intentado explicarlo pero la realidad es que el origen de ese comportamiento errático sigue sin entenderse completamente.
Terrorismo
No se habla de situaciones tales como un homicidio en medio de un atraco o robo, ni una fuerte pelea en un bar. El siguiente estudio apunta a situaciones mucho más dramáticas. Como la raíz psicológica del comportamiento terrorista, propio de organizaciones o etnias que buscan alguna clase de reconocimiento político o religioso.
Sin duda alguna, el mundo es un lugar agresivo y es inherente a la naturaleza humana el predominar y defenderse de aquellos que busquen lo mismo. Consecuentemente, esto implica actos de violencia. Algunos lugares son más hostiles que otros pero en general, ya se ha logrado cierto progreso en la creación de una cultura global que desea definirse por el entendimiento, el respeto y la sana convivencia.
Es por ello las personas que forman parte de sociedades desarrolladas o en proceso, sufren gran impresión al presenciar o conocer de eventos y sucesos que impliquen violencia extrema.
Violencia Colectiva
En un reciente editorial de la popular revista científica Nature titulado “The Kill Switch” (traducido como ‘El Interruptor del Asesinato’) se trata este tema. Se pone en duda el momento en el que el ser humano pone de lado cualquier aversión natural a la violencia y procede con el acto de asesinar o lastimar gravemente a alguien más. Una conferencia mencionada en el editorial brindada por el Instituto de Estudios Avanzados en Paris (Institut d’études avancées) tocó esta interrogante.
“¿Como, biológicamente hablando, hace la gente normalmente no-violenta y psicológicamente estable para ir más allá de su instintiva y humana aversión al asesinato cuando se enfrenta a circunstancias bélicas o de extremismo? ¿Qué los lleva a participar en actos de genocidio?”
Gran parte de la información brindada se diseñó en base a datos del comportamiento de soldados durante la Segunda Guerra Mundial durante su participación en el campo de batalla y campamentos de reclusión de prisioneros de guerra y civiles. Se mencionó especialmente la participación de reservistas alemanes sin entrenamiento que entraron al campo de batalla en 1942 y que poco tiempo después llevaron a cabo asesinatos en masa durante su estadía en Polonia.
Para que quede constancia: los principios enseñados por el experimento de Milgram, no son aplicables a este estudio. En el caso de este ejército no entrenado, se tiene registro de que el comandante a cargo no obligó a ningún soldado a participar, sino que al contrario, comunico abiertamente que aquellos que no tuvieran deseo en participar en aquella matanza colectiva podían darse media vuelta y alejarse.
Pues en aquel momento, solo uno de cada diez soldados le dio la espalda al trágico acto, donde seguidamente perecieron miles de judíos.
Religión, Decepción y violencia extrema
Considerando eventos más recientes aunque peor documentados, se tiene que tomar en cuenta la creciente notoriedad de las organizaciones terroristas y sus terribles acciones motivadas por un tema religioso o político. En el caso del Estado Islámico (conocido popularmente como ISIS), sus miembros se ven motivados por la implementación de un califato totalitario que exige la lealtad de todos los musulmanes del mundo.
Esta organización ha demostrado ese enigma que aquí se intenta discutir. Los últimos años, este grupo ha cometido actos violentos en contra de poblaciones completas. Se ha distribuido por internet la ejecución de multitudes por haber desobedecido códigos de conducta dictados por la religión hace miles de años.
Entrevista a un terrorista
El antropólogo Scott Atran pudo entrevistar a un joven terrorista francés perteneciente al movimiento radical islámico que hizo detonar bombas en una embajada ubicada en su país natal. Le explicó que, siendo un niño, caminaba con su hermana por las calles de Paris y vivió una experiencia que calificó como “decepcionante”. La niña tropezó con un hombre que le gritó “sucia árabe” y de un empujón la tiró al suelo. El criminal comenta que en ese momento se dio cuenta en que se iba a convertir. Se puede considerar que experiencias traumáticas en el área social pueden causar graves trastornos de conducta. Este hecho respaldado por la ciencia ha sido demostrado en multitud de estudios e investigaciones y puede ser utilizado para entender más la raíz del comportamiento errático inclinado hacia la violencia.
Varios científicos señalan que esta transformación psicológica se produce como consecuencia de las decepciones sufridas y conflictos sufridos en las diferentes sociedades de las que forman parte los individuos. También se considera significativo el hecho de estar aislado de aquellos con mentalidades y creencias similares. En la búsqueda de otros equivalentes se pueden encontrar herramientas radicales que se suponen viables por el individuo en cuestión.
En el caso de los soldados alemanes, un patriotismo cegador pudo haber sido una causa determinantemente de su comportamiento agesivo. En los miembros radicales de sectas terroristas, la religión suele ser el factor común que motiva sus actos. A pesar de todos los hechos factibles que suelen ser más comunes cada día que pasa, los psicólogos no tienen respuestas claras al respecto.
Dinero y Política
En otros casos menos expuestos en los medios internacionales y poco estudiados por la psicología y la sociología, se pueden apreciar los impresionantemente violentos cárteles mejicanos, las organizaciones criminales venezolanas y las guerrillas en Centro América y Colombia.
En todos estos casos donde se experimentan hechos de violencia extrema existen motivaciones aparentes. Los cárteles que cometen actos violentos en México se ven motivados por el dinero producto del narcotráfico y una pseudo guerra contra el gobierno local. Pero aún no se explica de manera concisa lo que sucede a nivel psicológico. La psicologìa no ha logrado tener acceso a estos ambientes tan hostiles.
Estudios como el expuesto por la revista Nature implican un acercamiento al entendimiento de la brusca transición que experimentan los individuos hacia comportamientos y prácticas violentas. Los detonantes de dicho comportamiento pueden variar drásticamente pero queda claro que se debe buscar el favorecimiento del entorno social para niños y adolescentes, propensos a ser influenciados.
Fuentes:
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