La fidelidad es una opción, que en función de cada uno, se decide alcanzar, fingir o huir de ella. Se puede elegir ser fiel a la pareja o no. La infidelidad suele surgir con más frecuencia de una oportunidad puntual de sexo sin compromisos o del roce diario con otra persona, generándose el afecto y el deseo, y haciendo difícil poner un freno a partir de un determinado punto. 

En un intento por recoger las principales variables que describen la fidelidad, vamos a detallar una fórmula que defina la capacidad de cada persona para ser fiel. ¿Quiere saber si puede ser fiel o no? ¿Cree que su pareja le será fiel? ¿Cualquiera puede ser fiel solo con proponérselo?

 

La fidelidad es una consecuencia:

La fórmula de la fidelidad no es simple, está en función de muchas variables personales y contextuales. Valoremos una ecuación en donde hay valores que restan y suman. El resultado determinará la capacidad para ser fiel que tiene cada persona.

La fidelidad hacia la pareja tiene diferentes razones de ser en función de a qué aspectos se atienda: propiedad privada y exclusividad, necesidad de sacar adelante a unos hijos, la seguridad que otorga tener a un compañero incondicional al lado, la necesidad de sentir nuevas experiencias (enamorarse, seducir, competir por agradar…), la capacidad para negociar necesidades y afrontar conflictos, y por supuesto la compatibilidad real entre los miembros de la pareja. Lo normal es que las relaciones crezcan con la esperanza de que no se vayan a romper, con el deseo de exclusividad, sintiendo que no se quiere compartir bajo ningún concepto al otro con nadie. Este sentimiento es apasionado y favorece relaciones marcadas por el deseo sexual. La sensación de pertenencia puede mantenerse más allá de la pasión inicial y a veces es suficiente para conseguir fidelidad. Aun así tener o no tener relaciones fuera de la pareja está marcado por otra serie de factores relevantes.

fórmula de la fidelidad

Analicemos la fórmula con algo más de detalle.

 

Empecemos con las aspectos que potencian la fidelidad en la relación de pareja:

La necesidad individual de estabilidad manteniendo una misma pareja, es una variable muy dependiente de cada persona. Hay a quien no le importa en absoluto este tipo de calma, y hay quien lo busca como forma de tranquilidad.

Las habilidades sociales para el diálogo, la capacidad para ponerse en el lugar del otro y para expresar necesidades es una variable importantísima a la hora de alcanzar estabilidad en la pareja, y para que no se produzcan conflictos explosivos que favorezcan la infidelidad.

Los modelos de relación de pareja que cada uno dispone en su entorno, ayudan también a valorar alternativas como lo son de hecho, el ser fiel o no a la pareja. Los modelos paternos pueden influir, aunque no determinar el ideal de relación de pareja, y en concreto la fidelidad. Habría que hacer una mención especial a los valores individuales y al sentido de responsabilidad o lealtad que cada persona asuma como necesario. Aquellas personas que por su educación o evolución personal sientan que han de ser fieles a su pareja, tendrán mayor motivación para conseguirlo.

Las metas comunes en pareja son como el pegamento, ayuda a que las relaciones se mantengan y que se potencien las razones para estar juntos. De hecho aunque se dice a menudo que los polos opuestos se atraen, en la relación de pareja habría que ponerlo entre muchas comillas. En el artículo que enlazo puede leer más sobre este aspecto.

 

Las metas comunes son un pegamento

 

Los miedos de cada uno para establecer nuevas relaciones, el miedo a no estar a la altura sexualmente, miedo a los cambios y sus posibles consecuencias, miedos a no estar bien, a perder el modo de vida que se tiene con la pareja… son algunos de los miedos que pueden favorecer la fidelidad. Quizás no sea la mejor razón para querer ser fiel pero desde luego pesa bastante en el caso de que existan.

La oxitocina es una hormona que entre sus diferentes efectos está el provocar las contracciones en el parto, pero también es la responsable de que la empatía, el vinculo en pareja y la fidelidad sean más probables. Las personas con niveles altos de oxitocina tienen más probabilidad de ser fieles si así lo deciden. Su equilibrio químico s lo pondrá más fácil de lo que lo tendrán otras personas con niveles más bajos en el organismo de esta sustancia.

En función de lo novedosa que sea la relación, mayor probabilidad de ser fiel hay. Cuanto más novedosa y reciente más fácil es ser fiel a la pareja. Por el contrario cuanto más larga en el tiempo sea, menor probabilidad.

La inseguridad o la baja autoestima sería un factor muy asociado a los miedos que antes mencioné que desde luego favorecerán la fidelidad. El esfuerzo para conocer a otra pareja puede ser tan costoso emocionalmente que puede hacer difícil iniciar otras relaciones. Inseguridades y miedos en las relaciones sociales.

 

 

Veamos ahora los aspectos que frenan o dificultan la fidelidad.

Estar en contacto con otras personas que potencialmente puedan atraernos, aumentan la probabilidad de ser infiel. Los líos amorosos con compañeros de trabajo son frecuentes debido a la proximidad y a la cantidad de cosas que se comparten en ese entorno. A mayor contacto con otras personas, más fácil es comparar y detectar lo que no se tiene y la pareja habitual no aporta.

Las características individuales en relación a la seducción y el bienestar subjetivo que produce, determinarán el modo en el que nos relacionaremos con las personas que nos atraigan. Para quien le guste seducir, será más fácil buscar el contacto piel con piel, la sonrisa, las bromas, las complicidades, el hacer planes a solas con otros… Cuestiones éstas que no siempre el seductor reparará en ellas, ni en el efecto que producen, pero que indudablemente si se dan, generarán cercanía y mayor probabilidad de infidelidad.

La tendencia a la ira, a estar enfadado y sentirse mal con la pareja aumenta la probabilidad de buscar fuera de la relación. Personas con estas características tienden a generar relaciones tormentosas o cambios periódicos de compañero o compañera sentimental.

Así como la oxitocina potencia la fidelidad, la testosterona produce mayor probabilidad de infidelidad debido al aumento del deseo sexual. Los niveles basales de esta hormona y su aumento por medio de actividad deportiva intensa, por ejemplo, pueden ser los iniciadores de conductas de cortejo y de seducción aumentando la probabilidad de ser infiel.

A mayor duración de la relación, más probable es que se produzca el aburrimiento, los conflictos o la habituación a las mismas cosas. El que el cuerpo de la pareja sea ya conocido, sus reacciones… hace que pierdan cierto encanto en detrimento de una nueva pareja sexual. Por esta razón el tiempo total de la relación favorece la infidelidad.

Podríamos añadir que la existencia de hijos dificultan la ruptura pero no siempre influyen sobre la fidelidad.

 

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