Un robo en casa, puede producir efectos similares a una violación sexual. Nuestra casa es ese lugar sagrado e intocable donde nada malo nos puede suceder. Allí nos sentimos protegidos, relajados, y podemos disfrutar de las cosas que más nos gustan hacer tras un agotador día de trabajo. Es el Sancta Sanctorum. Por eso, cuando es violado y saqueado por ladrones, nos puede llegar a afectar de manera significativa desde el punto de vista psicológico. No solo por las pérdidas materiales, sino por el hecho de sentirte, de repente, indefenso y vulnerable. Es duro darse cuenta de que, a pesar de tomar todas las medidas de seguridad posibles, nuestro refugio puede ser igualmente allanado y en ocasiones sin demasiada dificultad.
¿Cómo nos afecta emocionalmente un robo en casa?
Las personas que sufren un robo en casa, notan que la sensación de inseguridad se hace más patente en sus vidas. Lo primero que suele verse afectado es el sueño. Muchas de las víctimas empiezan a tener problemas para dormir, sobre todo porque se sienten desprotegidas en su propio hogar y no pueden evitar estar alerta mientras permanecen en casa. Su preocupación por vivir un nuevo desvalijamiento suele ser muy alta, y cualquier ruido extraño un signo de peligro.
También el sentimiento de desconfianza crece en las víctimas. Es inevitable que piensen en las personas con las que tuvieron contacto antes del delito, y sopesen si han podido tener algo que ver, e incluso no es raro que se vuelvan más cerrados y huraños.
Para los más pequeños también es muy duro de afrontar. Sus miedos aumentan, y en algunos casos pueden tardar más de un año en volver a sentirse seguros en su hogar. También puede suceder que las víctimas de robo se sientan culpables por ello. Piensan que hicieron algo mal, o que quizás fueron demasiado lesos con respecto la seguridad. Es importante, si usted ha sido víctima de este delito, que deseche esa idea. El único culpable es el ladrón, no le dé más vueltas.
¡Me han robado en casa!
¿Sufrir un robo favorece el desarrollo de problemas psicológicos?
Como sucede en la mayoría de las situaciones que vivimos, todo depende de la personalidad de cada uno y de las herramientas que disponga para enfrentarse a la situación. Normalmente la sensación de rabia, inseguridad e impotencia, suele durar un pequeño periodo de tiempo, ya que la persona tiende a ir normalizando la situación y a continuar con su vida cotidiana.
Sin embargo, en otros casos la víctima se ve superada. El hecho de que su hogar haya sido violentado les produce una impresión tan grande que les resulta imposible continuar adelante. Estas personas suelen sufrir cuadros de ansiedad importantes, e incluso ataques de pánico. Como ya hemos comentado anteriormente, les resulta muy complicado dejar de pensar en la posibilidad de que vuelva a suceder el robo, y suelen sentirse intranquilos tanto permaneciendo en la casa como dejándola sola. No es extraño, si se cronifica el temor, que la víctima pueda llegar a desarrollar fobias.
¿Qué es un estrés postraumático?
Tras sufrir un episodio dramático en nuestras vidas, es fácil sufrir el trastorno por estrés postraumático, TEPT. Lo usual es que tras vivir una situación traumática, las hormonas y las químicas del estrés que el cuerpo segrega en situaciones de gran angustia, vuelvan a sus niveles normales cuando todo termina. Sin embargo, en algunas personas eso no sucede, y pueden desarrollar este tipo de síndrome.
Según los especialistas, existen dos tipos de shock postraumático: – Shock postraumático agudo. Se suele producir poco tiempo después del hecho dramático – Shock postraumático latente. Se desarrolla pasados seis meses e incluso un año después del episodio trágico.
¿Cuales son los síntomas del shock?
Quienes lo sufren no dejan de revivir el hecho traumático, bien con pesadillas o incluso con alucinaciones. Su alto grado de ansiedad les impide llevar una vida cotidiana normal, ya que es absolutamente agotador mantenerse alerta las 24 horas del día como les sucede a estas personas. Su deseo es no hablar ni ir a lugares que le recuerden el suceso, necesitan evadirse de aquello todo lo que puedan. Los pensamientos negativos y de culpabilidad son constantes, además pueden perder el interés por relacionarse con el exterior y tender a aislarse. En algunos casos, incluso, suelen excederse con el alcohol o tomar sustancias psicotrópicas para conseguir un alivio inmediato de su sufrimiento.
¿Existe una terapia para tratarlo?
La respuesta es sí. Si te identificas con estos síntomas tras haber vivido un suceso trágico, es recomendable que busques ayuda profesional. Suele ser un tratamiento largo, donde es posible que se combinen los fármacos con la psicoterapia. Es necesario que dejes de evadir las sensaciones que te invaden al recordar el trauma, y te enfrentes a ello para superarlo. Tu terapeuta te ayudará a saber cómo relajarte en momentos donde la ansiedad toca techo, y te enseñará a superar y normalizar la situación.
No sufras más de lo necesario, busca ayuda y gana calidad de vida. No permitas que los ladrones te roben también tu salud.