La adecuada gestión del tiempo es fuente de éxito, bienestar, pero a menudo también de bloqueo y ansiedad. La manera en la que gestionamos nuestro tiempo dice bastante de nuestro modo de ser y de afrontar la presión ante los diferentes objetivos de nuestro día a día. Hay quienes se enfrentan a sus rutinas desde las obligaciones y otros desde los retos, hay quienes toman decisiones y hacen renuncias cuando toca hacerlas, otros no. ¿Soy realista al juzgar mi capacidad? ¿Soy capaz de detectar mis limitaciones? Las respuestas a estas preguntas tienen mucho que ver con la capacidad individual para gestionar el tiempo. Los vínculos a los artículos anteriores son lectura imprescindible para poder gestionar bien el tiempo. Si no sentamos unas buenas bases para proponernos una buena organización, casi siempre fracasarán los horarios y retos que nos pongamos.

Por tanto si somos capaces de ser realistas con nuestras capacidades, entonces seremos capaces plantearnos objetivos alcanzables. Evitaremos quedarnos cortos en nuestras aspiraciones, y no planificaremos horarios imposibles.

Repasemos algunas estrategias útiles para mejorar la gestión del tiempo

Póntelo fácil:

Dependiendo de cada tarea, la gestión del tiempo estará marcada por diferentes requisitos. Busca el adecuado para cada circunstancia. Por ejemplo, si la tarea es intelectual:

• Sincroniza tu reloj biológico con la tarea. Identifica los momentos del día en que tus niveles de energía están en su punto más alto.
• Entorno de trabajo. Mantén las cosas que necesitas cerca y aparta aquellas que te puedan distraer, es tan importante como la comodidad de la silla o la mesa de trabajo. Algunas personas trabajan mejor en un entorno tranquilo, mientras que otras funcionan mejor con música de fondo; en un despacho o en la cocina, busca tu entorno óptimo.
• elige el orden en el que deseas atender cada tema: Es fácil perder el tiempo respondiendo  a mensajes, llamadas… Sea tú quien elige las prioridades. No permitas que las necesidades de tu entorno se impongan a las tuyas. Decir No ayuda al rendimiento y mejora la gestión del tiempo que dispones.  Puede ayudar ponerse de espalda a posibles distracciones, cerrar puertas, irse a sitios en los que no sea fácil encontrarte, desconecta el teléfono, desactiva las notificaciones de mensajes «push» en el ordenador, tableta… Una buena norma puede ser atender primero a quienes se dirigen a nosotros en persona, después a las llamadas, después a los mensajes instantáneos y por último a los correos. Cada uno en su espacio elegido para eso. No en función de cuándo lleguen, sino en el orden en el que previamente hemos asignando.

Prioridades:

1. Hay que crearse una visión general de lo que desea conseguir. elige un período de tiempo para alcanzar tus metas : un semestre, un mes, una semana, un día… Cinco metas por semana, por ejemplo, pueden incluir preparar una presentación, pasar más tiempo con un amigo, los hijos, hacer ejercicio tres días durante 90 minutos, ir al cine… anotarlo en un papel o en una agenda puede ser de gran ayuda.

2. Sincronizar metas y prioridades. Stephen Covey propuso dos dimensiones a tener en cuenta en la gestión del tiempo: la urgencia y la importancia . La idea es separar primero los objetivos urgentes y de los no urgentes. Para que posteriormente, dentro de lo urgente se separe lo importante de lo no importante. De este concepto de se deriva la famosa matriz de Covey:

Fernando Azor

Fernando Azor es director de azor & asociados.

Fernando lleva años explicando sin tecnicismos las ideas y conceptos que fundamentan la psicología actual. Hace que  que la psicología sea fácil y accesible. Ofrece tareas, consejos y conocimientos de psicología que puede usarse para resolver problemas de la vida diaria. El propio Colegio oficial de psicólogos de Madrid, le otorgó un reconocimiento por su labor divulgativa de la psicología clínica en diferentes medios de comunicación. Puedes ver muchos videos divulgativos en el perfil de TikTok