“Si total que más da, yo paso. Yo lo único que quiero estar tranquilo”, “si total no me cuesta nada” ¿Te suenan estas frases? Si lo único que yo quiero es estar tranquila…

Yo llamo a estas afirmaciones, frases gatillo. ¿A qué me refiero con frases gatillo? son frases que nos pueden informar de algo que sentimos y que no nos estamos percatando. Son frases que nos ayudan a calmarnos, o por lo menos se dicen para eso. Otra cosa es el efecto real que produzca. Si se las oye decir pregúntese si hay algo detrás de ellas, quizás sea bueno afrontar  algo que tiene pendiente.

Cuando uno se dice “si lo único que quiero es estar tranquilo”, existe la posibilidad de que esté evitando afrontar algo que le puede causar un malestar como es el derivado de un conflicto con otra persona. Por supuesto puede ser un argumento valido, pero con bastante frecuencia puede enmascararse alguna que otra evitación y/o deseo de posponer un conflicto.

Una frase gatillo nos da la señal de que podemos, o quizás debemos, afrontar algo desde el mismo momento en el que nos la oímos decir.

 

Las frases gatillo son una señal

 

Las frases gatillo pueden surgir como justificación para no afrontar un conflicto, como argumento para posponer la toma de una decisión, o como descripción realista de lo que la persona siente. Cuando es un intento de autoconvencimiento para poder procrastinar algo que uno no desea, se convierte en una razón para estar peor, no ayuda a que la situación mejore. Aunque en el artículo que enlazo se explica bien este concepto de procrastinar, resumiré que es posponer una decisión sin llegar a un compromiso personal con esa decisión.

 

@azorfernando

No consigues sentirte como quieres, seguramente no estás haciendo lo que te dices. #Ansiedad #Psicoterapia #PsicoterapiaOnline #trescantos#FernandoAzor

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La mente sigue teniendo algo pendiente pero para no agobiarse a corto plazo la persona se busca distractores que le produzcan algo de alivio. Bien, pues volviendo a las frases gatillo, nos podemos centrar en ellas para descubrir algunos errores o peligros en nuestra forma de gestionar el malestar. Centrémonos hoy en frases gatillo como ayuda para detectar un problema:

 

1.- “Yo paso, total que más da. Lo que yo quiero es estar tranquilo…”, “Tengo cosas más importantes…”, “No tengo tiempo”

 

¡Claro que esta afirmación puede ser verdad! En cualquier caso hay que estar atento a estas frases. Se dicen con frecuencia más que como una descripción de un sentimiento, como una manera de intentar calmarse. Cuando algo molesta, normalmente ante un conflicto, si decimos “yo paso…” parece que nos importa menos el malestar o la otra persona. El problema es que puede no ser suficiente. A lo mejor es el momento de defender una idea o una necesidad, y realmente no se debe pasar, sino afrontar el conflicto que se genera al mostrar el desacuerdo: “no quiero ir de vacaciones a ese sitio”, “no quiero que me hables de esa forma”, “busquemos una solución para que mi amigo no se enfade”…. La asertividad y el manejo del conflicto será fundamental para gestionar este tipo de necesidades y conflictos. Si se oye decir esta frase, puede ser el momento de coger aire y defender con paciencia lo que uno quiere.

 

2.- “Si total no me cuesta nada”

 

¿Seguro que no? Quizás lo que esté queriendo decir es que prefiere hacer algo por el otro a cambio de no tener un conflicto o un reproche por su decisión. Convencerse de que callarse tiene un bajo coste hace que sea más fácil dejar de lado nuestra necesidad y no decir no. Podemos recibir muchas peticiones a lo largo de un día y si nuestra inercia es a aceptarlas, lo normal es que nuestro entorno se acostumbre y piense que lo normal es pedir. Esto tienen mucha relación con otro artículo titulado: ¿Sabe aceptar halagos? ¿Se deja invitar?, cuanto más dispuesto esté a hacer frente a expresar desacuerdo o decir no, más fácil será hacer frente a lo que hay detrás de esta frase. Si realmente no le cuesta nada, hágalo, pero si no es del todo cierto no estaría mal que los demás sean conscientes de que está haciendo un esfuerzo y de que merece un reconocimiento.

 

 

3.- “Quien me conoce sabe que estoy aquí”

 

En situaciones en las que se pospone quedar con amigos, no se llama para charlar… Podemos auto convencernos de que los demás saben que estamos accesibles, el problema es que si nos alejamos de nuestros amigos debido a estar bajos de ánimo, a sentirnos incapaces de mostrarnos bien cuando se charla… al final no nos tendrán en cuenta o incluso se pueden sentir rechazados o molestos. Saben que estoy aquí… hasta que dejo de estarlo!

 

4.-“Sí tranquilo, seguro que llego, me da tiempo”

 

Las personas que intentar encajar muchas tareas en poco tiempo suelen tener dificultad para hacer renuncias y asumir lo que no les va a dar tiempo a hacer. Se suelen dar este tipo de mensajes para intentar encajar sus planes. Cuando esto ocurre con frecuencia suele ser un indicador de ansiedad y de exceso de alerta.

 

 

5.-“Bueno, ya ves tú. Para eso están los amigos”

 

Estas es la frase más relacionada con el artículo sobre la capacidad para aceptar los halagos. La tendencia a devaluar lo que hacemos por los demás ayuda a sentirse tranquilo. Hace que pensemos que los demás no nos verán como egocéntricos o que nos creemos mejores de lo que realmente somos. Da igual que los demás lo vean de ese modo,  o no. Decir:  “no es nada, para eso están los amigos”, hace que uno mismo no se ponga en valor ante los demás, y eso afecta a la autoestima y a la capacidad para ser feliz.

 

6.- “Por un día no pasa nada”

 

Dietas, retos, ejercicio… ¿Quién no ha dicho esta frase alguna vez? La verdad es que literalmente es cierta, “por un día no pasa nada”, el problema es que no siempre es por un día. A veces enmascara una decisión que no se ha tomado de manera comprometida. Se desea conseguir los beneficios pero cuesta afrontar los perjuicios. El artículo consejos para conseguir la motivación detalla bastante bien en qué consisten los ejercicios para conseguir ser constantes.

 

 

7.- “Lo hago cuando termine esto”

 

De vez en cuando esta frase no se le dice a nadie, sino a uno mismo. Nos damos argumentos para posponer intentando que no nos pase mucha factura. Esta es la que más tiene que ver con el concepto procrastinación.

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