El diccionario de lengua española Espasa-Calpe, define el maltrato como trato vejatorio o que ocasiona daño o perjuicio, también se escribe mal trato. Define maltratar como dar un mal trato, dañar o estropear con las palabras o con los hechos.

Quizás parezca que la pregunta de si sufro malos tratos o no, sea fácil de contestar, pero la realidad es que a veces existen matices que aumentados o devaluados llegan a distorsionar bastante la causa del malestar. Me explico. No siempre que existe un conflicto puede concluirse que existe malos tratos. Un conflicto implica que existen dos posiciones u opiniones opuestas, a menudo sin posibilidad de reconciliación. Dependiendo de la manera de ser de esas personas, ese conflicto se dirigirá más hacia el diálogo, o hacia la coacción, e incluso hacia el daño físico.

 

Conflicto Vs maltrato

En cualquier caso, ante el aumento de la intensidad del conflicto puede hablarse de malos tratos, en ocasiones de forma bidireccional.

Las personas, las mujeres en concreto, que reciben malos tratos suelen estar junto a hombres que inicialmente se mostraron atentos, generosos y cariñosos, para que posteriormente pasasen a mostrarse maleducados, agresivos, impositivos y controladores. Los maltratadores suelen ser personas muy exigentes y con necesidad de control elevada.

A menudo el miedo a perder a la pareja, el miedo a que pueda seducir a otro, condiciona la manera de relacionarse con los hombres: el tipo de vestimenta, los límites a las relaciones de amistad que puedan poner en peligro la relación de pareja que se tiene… Muy a menudo el maltratador fomenta el aislamiento del entorno de referencia anterior a la relación (familia, amigos, ocio, a veces también trabajo).

 

maltrato

 

La ira

Cuanto más estrecha es la convivencia con la pareja y menos interferencias de otras personas hay, más normales parecen las explosiones de ira. Más fácil es centrarse, por parte de la víctima, en cómo evitarlas intentando no hacer lo que al otro le molesta. La sensación de anulación puede llegar a ser muy intensa. La realidad es que normalmente no existe un placer especial en el maltratador por la anulación en sí de la pareja, lo que ocurre es que si ésta se siente más insegura, con menos autoestima será más fácil imponer un modo de vida en el que las dudas sobre la fidelidad o los sentimientos de amor de ella hacia él se diluyan.

 

Dinamica de relación

Un comportamiento que suele cronificar este tipo de relaciones, es el hecho de que cuanto más sufre la víctima, con más frecuencia el maltratador se arrepiente e intenta compensar de algún modo ese malestar. Se da cuenta frecuentemente de que si tensa en exceso la cuerda puede llegar a romperse, y es entonces cuando puede reconocer su exagerada necesidad de control y manifestar su arrepentimiento. Lo que ocurre es que tiempo después cuando vuelve a sentir dudas e inseguridades, retoma comportamientos impositivos muy a menudo con el mismo efecto dañino sobre la víctima. Además, conforme sea más habitual imponerse y forzar la sumisión, será también más difícil ver como extraño ese comportamiento. La personalidad sumisa de la mujer maltratada será un acicate para que el maltratador se imponga y además no parezca inadecuada su conducta.

 

Descripción del comportamiento de maltrato.

Estos comportamientos son frecuentes cuando un maltratador (hombre o mujer) se relaciona con su pareja. Hay más maneras de expresar un maltrato pero creo que esta es una bastante estándar y repetida.

1.- Responsabilizar al otro de lo que le produce malestar (decepción, tristeza, frustración…)

2.- Uso de insultos y menosprecios.

3.- deseo de resarcirse por el daño que el otro haya causado.

Estos tres primeros comportamientos son también frecuentes cuando se produce un conflicto de pareja.

 

4.- Se busca una relación asimétrica, es decir en donde uno está por encima del otro. Es frecuente que esta asimetría busque la dependencia afectiva, e incluso económica del otro.

5.- Si en las discusiones el maltratador “gana”, no se da por buena esa victoria y se insiste en los enfados, humillaciones y críticas destructivas.

6.- Uso de la culpabilización del otro como forma de doblegarle: “me haces sentir fatal, y por tu culpa esta relación no va a funcionar”, “me haces daño porque no te esfuerzas por cambiar”…

7.- Cuando se consigue cierta dependencia del otro, la amenaza de la ruptura se convierte en la moneda de cambio. “Si no haces lo que te pido, es mejor que lo dejemos” “en realidad no quieres estar conmigo porque sino cambiarías. Así no podemos seguir”.

8.- Victimización por parte del maltratador. Tras argumentar porqué no puede continuar con la relación (por los errores del otro), el maltratador se muestra dolido, dañado, desilusionado porque hace todo por estar bien pero no recibe nada a cambio. En estos casos, el efecto en el otro es sentir culpa de nuevo y pedir perdón y querer compensar.

9.- Cuando tras una época de conflicto el otro acepta la imposición del maltatador, éste puede llegar a sentirse, calmado, cariñoso, generoso y valioso. Estos sentimientos calmarán la agresividad y harán que la persona maltratada se sienta bien y quiera seguir teniendo más momentos agradables como ese, aunque la realidad es que esos momentos suelen ser breves.

10.- El maltratador impone un sinfín de normas estrictas que el otro debe cumplir si quiere que la relación va bien. No cumplirlas requiere un castigo, o por lo menos hacer ver el malestar que ha causado. Suele ser el punto de inflexión. Suele marcar el final de una etapa tranquila e inicia otra con maltrato.

 

Implicaciones periciales del malos tratos

Principalmente una: determinar si existen malos tratos. De aquí se derivan el demostrar:

 

Los informes pueden recoger análisis de personalidad, pruebas del estado psicológico, análisis de la situación de vida de la persona, y de conversaciones entre personas: WhatsApp, audios y vídeos… Por medio de entrevistas, test y la aplicación de metodologías como MáS-PF, somos capaces de determinar lo que está ocurriendo plasmándolo en un informe psicológico pericial.

 

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